A veces suceden “accidentes felices” en el mundo personal y privado de los cinéfilos. Esto significa la visualización de pequeñas grandes obras, las que usualmente son desestimadas por la crítica y los espectadores en masas. Se trata de filmes, cuya génesis está en ser una apuesta cinematográfica, ya sea para expresar una idea o una historia ajena a los convencionalismos de los grandes estudios. Estas “rarezas visuales” están estrechamente ligadas a la historia del cine con ejemplos muy concretos como Freaks (1932), cinta interpretada por personas con condiciones físicas extremas y que terminó por sepultar la carrera de Tod Browning (Drácula), y otras películas un poco más contemporáneas como Harold and Maude (Hal Ashby, 1971), en donde un joven fanático por la muerte y los funerales termina enamorándose de una anciana con aficiones similares.
Este tipo de filmes se caracterizan por ser astutos en lenguaje audiovisual a partir de escasos recursos. También suelen ser vapuleados por la crítica más docta y la mayoría de las veces son ignorados hasta que son exhibidos en algún horario absurdo de cable cercano a la madrugada. Sin embargo, estas películas son las que con el tiempo adquieren el rótulo “filme de culto”, una tipificación que trasciende temporalidades gracias a su originalidad y audacia. Lo anterior, producto de un espíritu de independencia que da como resultado una obra con carácter y personalidad.
The Voices (2014): debut en la dirección en filmes de carne y hueso de la cineasta iraní Marjane Satrapi, quien hace algunos años fue foco de atención de los medios y festivales de cine por el filme Persepolis, obra maestra de la animación en la que relataba su visión y experiencia como adolescente en Irán tras las caída del Shah a manos de la revolución iraní de 1979. En esta elocuente obra, Satrapi mostró la crueldad del régimen del Ayatollah Jomeini, en particular su moral restrictiva que finalmente produjo el exilio y muerte de miles de personas. Con The Voices, Satrapi explora el ámbito de los psicópatas desde la perspectiva de la comedia negra. El protagonista -un sorprendente Ryan Reynolds- es Jerry, un solitario joven que a partir de un trauma familiar suele escuchar voces de sus mascotas, un perro y un gato, las que le obligan a ejecutar crímenes de distinto tipo. El filme es generoso en vísceras y sangre, pero también en la caracterización de un psicópata que transmite humanidad y empatía. Satrapi mezcla géneros con habilidad, además de otorgarle al filme cierta ambientación bufonesca, en la cual abundan coreografías y bailes que son parte de la retorcida mente de Jerry. Sobresale, además, la utilización de una fotografía que privilegia los colores intensos para relatar una historia cruenta que trata de ahondar en la mente criminal y homicida. Con esta película las risas están garantizadas, pero también ideas como la enajenación y la rabia que se gestan en la soledad de lugares desapercibidos y sin mayor trascendencia. The Voices tiene una exquisita puesta en escena, interpretaciones sólidas e intensas como las de un atípico Reynolds (en fase pre Deadpool), pero también trasmite muchos mensajes y una visión crítica sobre la sociedad de hoy. ¡Imperdible!
A Fantastic Fear of Everything (2012): película protagonizada por el comediante inglés Simon Pegg, intérprete que saltó a la fama mundial gracias al cineasta Edgard Wright con Shaun of the Dead, Hot Fuzz y The World´s End, filmes considerados como una especie de trilogía cómica que llamó la atención por su estilo audiovisual y montaje. En A Fantastic Fear…,Pegg interpreta a Jack, un escritor de libros infantiles que decide cambiar de giro y profundizar en historias sobre asesinos seriales londineses. El filme, dirigido por Crispian Mills, es una comedia negra sobre las obsesiones de un hombre solitario que comienza a manifestar miedos a todo lo que le rodea. Pegg deslumbra por su capacidad para echarse a los hombros una película a partir de sus habilidades como cómico, en especial la sensación de paranoia que transmite en pantalla. Quizá si no hubiese sido por Pegg, este filme no llamaría mucho la atención. El cineasta Crispian Mills aprovecha los recursos al máximo de su protagonista, lo que produce escenas alucinantes como la fobia que puede llegar a producir la visita a una lavandería o las elucubraciones que son propias de la mente de los escritores. A Fantastic Fear… es una obra modesta, pero con mucho encanto, sobre todo, por su mezcla de géneros -animación incluida- que evocan viejas glorias del cine inglés como los filmes de la célebre agrupación cómica Monty Python. Mills y Pegg realizan un trabajo en ocasiones bizarro e inclasificable, si bien dichas características hacen de esta cinta una experiencia visual inolvidable.
Meet The Feebles (1989): segundo largometraje de Peter Jackson, quien con la trilogía de El Señor de los Anillos y de El Hobbit ha pasado a la posterioridad por su contribución al cine de fantasía y de aventuras. A pesar de estos éxitos, debemos decir que Jackson se ha extraviado un poco. Todos los directores evolucionan, lo que es un paso natural y coherente. Sin embargo, el director de Muertos de Miedo ha perdido parte del coraje y espíritu contestatario de sus primeros trabajos. Meet The Feebles fue la versión B del cándido show de los muppets creado por el desaparecido Jim Henson. Aquí, los protagonistas también son marionetas, pero de un estilo pérfido y políticamente incorrecto. Con el pretexto del montaje de un show teatral, Jackson habla de sexo y violencia extrema. Se mofa de los medios de prensa amarillistas, del sometimiento sexual que experimentan quienes ingresan al mundo del espectáculo y de paso transmite otras ideas como la drogadicción, los efectos de las enfermedades venéreas, la explotación laboral, el abandono de los hijos y la ambición desmedida. Meet The Feebles es un filme infantil para adultos, como lo fue antes el famoso gato Fritz de Ralph Bakshi en 1972. También sobresale por ser una película extremadamente hilarante, que no da pausas y que se burla en forma implacable -en beneficio del espectador- de aquellos shows de dibujos animados que suelen omitir lo que es la vida real sobre la base de engaños e ingenuidades. Meet The Feebles es la esencia de un Jackson, cuya gran obra fue Criaturas Celestiales y que hoy está más dormido que nunca.