Los arcos dorados de McDonald´s son tan potentes como la bandera estadounidense o la cúpula de las iglesias en todo el mundo. Esta marca de comida rápida no sólo se ha transformado en un referente social, sino también un simbolismo del estilo de vida occidental liberal. También es un emblema económico que mueve millones de dólares y un espacio en donde las familias se pueden reunir en torno a una hamburguesa, una bebida y un paquete de papas fritas. Esta marca se ha posicionado como un efecto posmodernista que está presente en alguna etapa de la vida de cualquier persona. Por eso, era cosa de tiempo que Hollywood realizara un filme sobre la génesis de una de las franquicias más rentables de los últimos 40 años.
El Fundador no es la historia de los creadores de McDonald´s, sino del hombre que descubrió en esta marca, en su concepto, un potencial transnacional. Raymond Kroc (Michael Keaton) es un oportunista, además de representar el clásico sueño americano en torno al éxito. Casi al final de su carrera se topa con los hermanos Richard y Maurice McDonald, dos esforzados emprendedores que instauraron en su negocio de hamburguesas los orígenes de la comida rápida, a través de un sistema que privilegiaba la eficiencia. En El Fundador el director John Lee Hancock destaca la osadía de ambos hermanos por replantear el concepto y el negocio de la venta de comida. Los MacDonald´s tenían un sueño, lo llevaron a cabo, pero también tenían como propósito entregar un buen servicio y comida de calidad.
En contraposición está Raymond Kroc, quien usurpó la idea de los hermanos MacDonal´s, convirtiendo aquella marca en franquicias y en un fenómeno de alcance global, sentando las bases de lo que significa hoy comer una hamburguesa a bajo costo y en cuestión de minutos. Lo interesante del filme de Lee Hancock está en que muestra una mecánica muy propia de la cultura empresarial estadounidense. Kroc es básicamente un antecedente de otros magnates que también han ultrajado ideas, entre ellos, Bill Gates con Microsoft o Mark Zuckerberg en el caso de Facebook. De este modo, la marca McDonald´s también se construyó sobre la base de engaños y manipulaciones. El Fundador es la biografía de un hombre codicioso que se apropió del sueño de otros sujetos menos afortunados e ingenuos.
Detrás de El Fundador también hay otros Krock modernos. Estos son los hermanos Bob y Harvey Weinstein, quienes se han transformado en verdaderos “especuladores” de la industria Hollywoodense. No necesariamente son brillantes, pero si son astutos y han logrado que filmes de dudosa calidad como Chicago y Shakespeare in Love hayan obtenido el Oscar a Mejor Película. Kroc bien podría ser el alter ego de los Weinstein porque entre ellos comparten sueños de grandeza y también son feroces a la hora de negociar acuerdos. Sin embargo, El Fundador pasó desapercibida en los últimos premios de la Academia y esto a se debe a que, al igual que una hamburguesa de McDonald´s, el filme es demasiado calculado en su puesta en escena y en los mensajes que busca transmitir.
El filme del texano Lee Hancock en algunos pasajes parece una fábula demasiado edulcorada, sobre todo, al ver en pantalla a un personaje ruin y mesiánico como Kroc. A nivel visual y técnico El Fundador tiene oficio y está bien estructurada como un Big Mac, si bien su sabor es tremendamente artificial, quedándose a medio camino entre un telefilme o como una gran comercial de la cadena McDonald´s en sus primeros 50 minutos.
John Lee Hancock no es un mal director, pero tampoco es un cineasta relevante. La mayoría de sus filmes carecen de compromiso con el público porque suele entregar mensajes e ideas demasiado masticadas. En Saving Mr. Banks mostró una versión simplona de Walt Disney, en El Álamo a Estados Unidos como una víctima de México y en Un Sueño Posible le hizo ganar un Oscar a Mejor Actriz a Sandra Bullock a partir de un personaje e historia deudores del melodrama. Seamos justos, El Fundador es una película bien filmada y Keaton demuestra que el éxito de Birdman no fue un accidente, y que además está hecho para mejores historias. Aún asi, y dejando de lado los arcos dorados y la anécdota, El Fundador queda al debe.
Ahora bien, se preguntarán cuál es la razón de incluir este comentario en la sección ¿Qué Ver? De Espectador Errante. La respuesta es simple. El Fundador es una película que a pesar de sus faltas se disfruta y que se debe ver con distancia. Esto porque es una obra que permite comprender la génesis de una marca que ha evangelizado un estilo de vida y un tipo de comida que puede ser disfrutable, si bien también ha promovido otros problemas como la obesidad y la idea que la comida rápida es el lugar para el encuentro de las familias. Hace cincuenta años Raymon Kroc descubrió que podía construir su imperio en torno a dicho concepto, para bien o paral mal de todos nosotros. Quizá la recomendación más apropiada es ver El Fundador junto con el documental Super Size Me de Morgan Spurlock. Para quienes lo vieron, no necesito extenderme con más palabras.
Título original: The Founder / Director: John Lee Hancock / Intérpretes: Michael Keaton, Laura Dern, Patrick Wilson, John Carroll Lynch, Nick Offerman, B.J. Novak y Linda Cardellini / Año: 2016.