El romance en el cine aún tiene cierto vigor e interés de parte de los espectadores, sobre todo si se trata de una buena historia. “Bajo la Misma Estrella” cumplió dicha premisa con la prometedora Shailene Woodley como protagonista, más aún al ser un trabajo basado en la exitosa novela homónima escrita por John Green y en la que también se agregaron interesantes elementos tales como las Redes Sociales. El éxito que tuvo el filme fue posible gracias a los millones de adolescentes que acudieron en masa a los cines para ver esta modesta epopeya sobre el amor imposible, en especial uno que se impone ante las devastadores consecuencias de enfermedades como el cáncer.
Pero también este tipo de obras representa la oportunidad para poner en el tapete filmes algo olvidados y desconocidos para los jóvenes de hoy. Es innegable que el amor imposible de Bajo la Misma Estrella tiene más de una referencia al clásico cebollero de Love Story (Historia de Amor), filme que catapultó a la fama a Ryan O´Neal y Ali MacGraw, intérpretes famosos en los 70´, pero que no supieron capitalizar sus primeros éxitos (“Barry Lyndon” y “Luna de Papel” en el caso de O´Neal y “La Huida” en MacGraw).
Love Story fue un filme casi accidental y de tímidos inicios que terminó por salvar a la Paramount Pictures de una seguidilla de mediocres musicales (La Ciudad sin Nombre, 1969), y que además se consolidó con broche de oro con siete nominaciones a los premios Oscar incluyendo la categoría de Mejor Película. Pocos apostaban a una película de diálogos cursis con cierto aroma a televisión en su precaria puesta en escena. Sin embargo, el director Arthur Hiller supo sacar partido a su falta de recursos y a la química entre la pareja de protagonistas. Más de cuarenta años después su obra continúa provocando suspiros hasta el punto de ser considerada una pieza angular en el subgénero de romance contemporáneo.
La premisa argumental de Love Story nos puede parecer anticuada en torno a la ecuación chica inteligente y pobre enamorada de un joven deportista y millonario. Sin embargo, la oposición de los mundos señalados logra trascender ante la simple necesidad de amar y ser amado. Durante su estreno muchas parejas se sintieron identificadas con el filme, sobre todo por el esforzado camino que emprende la pareja entre Barret Oliver IV (Ryan O´Neal) y Jennifer Cavilleri (Ali MacGraw), amantes solitarios, cuyos momentos de intimidad son retratados de manera hábil y pocas veces vistas en el celuloide. Cuando se organizaron las primeras exhibiciones de la película los ejecutivos de la Paramount acordaron que la historia era buena, si bien aún algo no cuajaba. Fue en dicho punto cuando Arthur Hiller llevó a sus actores a rodar escenas improvisadas para reforzar la historia de amor entre los personajes. Sin duda, son aquellos momentos que hacen de Love Story una experiencia que aún consigue trascender e identificar a las audiencias.
Love Story es melodrama y un tipo de filme que patentó una fórmula clásica sobre cómo abordar los grandes romances en la pantalla grande. Incluso, la partitura a cargo del compositor Francis Lai se convirtió en un arquetipo de la cultura popular. Arthur Hiller dirigió su trabajo más reconocido (además del filme de culto El Hombre Solitario con Steve Martin). A Love Story se le ha criticado su cebollismo y argumento ramplón, si bien no se puede negar que sus escenas, en particular las finales, logran conmover tanto a mujeres como a los hombres más duros.
Título original: Love Story (Historia de Amor) / Director: Arthur Hiller / Intérpretes: Ryan O´Neal, Ali MacGraw, John Marley y Ray Milland / Año: 1970.