El actor Jordan Peele (Fargo, Season 1) debuta como director con ¡Huye!, filme de suspenso en lo aparente y también una obra con aspiraciones mayores. Un hombre afroamericano y su novia caucásica visitan a los padres de ésta, quienes viven en lo que parece ser una casa perfecta en un vecindario perfecto. Es un fin de semana familiar en donde la única preocupación son las posibles reacciones a un amor interracial. Pareciera ser que esta inquietud continúa siendo un tema en Estados Unidos y desde el estreno del clásico ¿Adivina Quién Viene a Cenar? (Stanley Kramer, 1967) poco se ha avanzado. La unión entre dos personas de diferente color sigue siendo un tema complejo y ni siquiera los dos periodos presidenciales de Barack Obama han mitigado el racismo que produce dicha idea en algunos estados de Estados Unidos, en especial los sureños. Peele aprovecha esta premisa en una obra cuyos primeros 30 minutos se sostiene en la tensión ante posibles reacciones y miradas.

¡Huye! son discursos sencillos, triviales y que en el cine se han escuchado en varias oportunidades, pero son los primeros encuentros entre el joven afroamericano y la familia de su novia un valioso punto de interés. En éste se establecen o se intuyen la diferencias, las mentiras y cierta sensación de incomodidad. Un hombre de color se mueve en un ambiente suburbano ajeno, idéntico y fatuo. Es en este momento en el cual comienzan a deslizarse otros referentes cinematográficos. El primero de ellos es The Wicker Man (1973), filme de suspenso de Robin Hardy que hoy en considerado una suerte de Ciudadano Kane del cine de horror. En aquella estimable película un policía (Edward Woodward) era enviado a investigar la desaparición de una niña en medio de un pueblo isleño asiduo a rituales paganos. Aquel halo de misterio, confusión y sospecha también está presente en ¡Huye! en forma elegante y pertinente. A ello se suma una interesante secuencia en la que el protagonista observa a través de su cámara de foto a los invitados de una masiva reunión vecinal. El guiño a Blow Up (1966) de Michelangelo Antonioni no es accidental porque Peele construye un filme en donde lo aparente y lo real también adquiere un significado relevante. La desconfianza del protagonista es justificable y se puede percibir en cada saludo y conversación.


¡Huye! es una pesadilla en la que también abundan pensamientos en torno al control de la mente (¿Otra posible referencia al cine clásico en El Candidato de Manchuria?) y también a los giros narrativos sorpresivos del tipo M. Night Shyamalan (Señales). Pero aquí lo que importa son las ideas sobre el racismo y la inmortalidad. También, en medio del humor, está presente el concepto del superhombre de Nietzsche. Estas características hacen de ¡Huye! un filme atípico que está concebido como película de entretenimiento y que cumple con las exigencias del género. El director Jordan Peele prescinde de sustos innecesarios. En vez de ello privilegia la historia del cine y, en particular, la inteligencia del espectador, provocando en éste preguntas relacionadas a sus propios paradigmas y a las relaciones interraciales en una época de mayor libertad, pero también de menos tolerancia.

2015 y 2016 fueron buenos años para el cine de terror y suspenso con La Bruja, Te Sigue, Buenas Noches Mamá, No Respires y Avenida Cloverfield 10. ¡Huye! presenta un año 2017 que también podría dar gratas sorpresas. Jordan Peele debuta como un cineasta al que debemos estar atentos, ya que realizó un filme destinado a convertirse en una obra de culto.

Título original: Get Out (¡Huye!) / Director: Jordan Peele / Intérpretes: Daniel Kaluuya, Allison Williams, Bradley Whitford, Catherine Keener, Caleb Landry Jones, Marcus Henderson, Betty Gabriel, Stephen Root y LilRel Howery / Año: 2017.