Carroll Ballard apenas rodó seis películas y desde 2005 que no dirige ninguna producción. En algún momento se le consideró uno de los cineastas más llamativos de Estados Unidos gracias a su obra El Corcel Negro (The Back Stallion, 1979), historia sobre la conexión de un niño con un caballo en una isla desierta, luego de un naufragio. El filme se transformó en una pequeña obra de culto por su hermosa fotografía y por ser una fábula sobre la lealtad y el amor que puede llegar a sentir una persona hacia un animal. En la construcción de aquel amor ingenuo y desinteresado participó la guionista Melissa Mathison, quien posteriormente trabajó en el desarrollo argumental de E.T. El Extraterrestre (Steven Spielberg, 1982) y en Kundun (Martin Scorsese, 1997).
El interés por la naturaleza siempre ha estado presente en la filmografía de Carroll Ballard y en Wind (1992) reiteró dicho ámbito desde el género deportivo. Esta vez apuntó a una historia sobre la Copa América (America’s Cup), la competencia de veleros más famosa del mundo. El filme también se inspiró en la edición de 1983 de este encuentro deportivo, cuando Estados Unidos perdió la copa frente al equipo de Australia. El protagonista es un joven capitán en el rostro de Matthew Modine, quien busca trascender a través de la fuerza del viento.
Wind es historia deportiva, pero también los tópicos reiterativos de este género y que se relacionan con el espíritu de superación, el trabajo en equipo y la aplicación de estrategias. Wind quizá no debería estar en la sección De Culto de Espectador Errante porque se trata de una película de la que no hablan y que tampoco se busca desesperadamente. Aun así, Ballard dotó al filme con una visión propia sobre la búsqueda de sentido y trascendencia en torno a un deporte. En sus escenas se percibe cierto tratamiento que es más cercano al cine europeo, con silencios y momentos destinados a la introspección.
Parte del encanto de Wind yace en el score compuesto por Basil Poledouris. El fallecido compositor creó algunas de las bandas sonoras más relevantes del Hollywood de los años 80 y 90, siendo sus creaciones más reconocidas Conan, El Bárbaro, Robocop y La Caza del Octubre Rojo. Con Wind desarrolló piezas de indudable belleza, las que se combinan con la fotografía de John Toll (La Delgada Línea Roja, Corazón Valiente) en las escenas de grandes veleros en altamar.
En Wind hay muchos factores que la podrían haber convertido en una película memorable, pero sólo pudo cubrir medio camino. Matthew Modine (Nacido para Matar) y Jennifer Grey (Dirty Dancing) son excelentes intérpretes, a la vez que siempre fueron prospectos de grandes estrellas. Además, en el filme de Ballard contaron con el apoyo y el oficio de Cliff Robertson (Charly) y Jack Thompson, pero aunque los personajes eran correctos y veraces en ocasiones carecen de profundidad. Esto se debe a que el filme tiene mucho de la riqueza visual del videoclip a partir de encuadres perfectos, en particular en aquellas escenas rodadas en el desierto. En cambio, el despegue de Wind se produce en las competencias náuticas. En ellas, Ballard proporciona la energía necesaria, con ritmo y sobre un montaje que se asemeja a una coreografía, el cual roza la perfección visual.
Wind es la historia de un equipo que tiene el anhelo de recuperar una copa, venciendo a contrincantes con el estilo que exige las competencias de veleros. Se trata de una película sencilla y que busca promover un sentido de autenticidad muy presente en la filmografía de Carroll Ballard. El trabajo más destacado de este director es Never Cry Wolf, cuyo protagonista es un investigador que en medio de la nada consigue “conectarse” a nivel afectivo con una manada de lobos. Aquella fascinación y vínculo con lo natural también está latente en las escenas de Wind, filme al que suelo volver una y otra vez. Nunca he sido deportista y tampoco soy fanático de los deportes náuticos, pero lo que me gusta de esta obra no es necesariamente el espíritu de competencia, sino más bien la búsqueda de la identidad por medio de una pasión. Quizá tendrán que pasar otras décadas para que la comunidad cinéfila y de críticos redescubran esta película. Yo me siento tranquilo porque cuando veo sus escenas tengo claro que tengo algo muy valioso frente a mis ojos.
Título original: Wind (La Fuerza del Viento) / Director: Carroll Ballard / Intérpretes: Matthew Modine, Jennifer Grey, Cliff Robertson, Jack Thompson, Stellan Skarsgard y Rebecca Miller /Año: 1992.