Douglas Trumbull hizo historia en 1968 con algunos de los efectos especiales de 2001: Odisea en el Espacio, la epopeya espacial de Stanley Kubrick. También tuvo un importante rol en Encuentros Cercanos del Tercer Tipo (Steven Spielberg, 1977), Star Trek The Motion Picture (Robert Wise, 1979) y Blade Runner (Ridley Scott, 1982). Finalmente, en su destacada lista de logros se incluye el haber dirigido dos interesantes filmes del género de ciencia ficción estadounidense: Silent Running y Brainstorm. El primer filme fue protagonizado por el carismático Bruce Dern en el rol de un astronauta solitario, cuya única compañía era un par de robots (sin duda, los antecedentes directos de R2-D2 de Star Wars). La película tenía algunos mensajes ecologistas con canciones de Joan Baez, además de una buena historia sobre la fragilidad del ser humano en medio de la ciencia y la tecnología.
La carrera de Trumbull como realizador fue promisoria y con su segundo largometraje apostó a una historia más grande y con mayores recursos. El proyecto era Brainstorm, el cual circuló por varios estudios cinematográficos. Trumbull vio el potencial de su historia, en particular, las oportunidades visuales que implicaba en la gran pantalla. Sin embargo, el filme experimentó diversos problemas en su producción y postproducción, los que hartaron a su director. La actriz Natalie Wood falleció casi al término del rodaje en un bullado accidente que involucró a su coprotagonista Christopher Walken y a Robert Wagner, quien hasta el día de hoy continúa siendo sospechoso de este lamentable deceso. Posteriormente, MGM no quería estrenar el filme y la campaña publicitaria fue deficiente hasta el punto de no saber cómo promocionarlo.
Junto con Las Puertas del Cielo (Michael Cimino, 1980), Brainstorm fue uno de los proyectos más accidentados de los primeros años de la década de los ochenta. Independiente de sus problemas de producción, el filme es un trabajo muy bien logrado. Michael Brace (Walken) y Lillian Reynolds (Louise Fletcher, Atrapado sin Salida) son dos científicos que crean un aparato capaz de grabar las experiencias de cualquier ser humano. Registra sensaciones, olores y estados anímicos con precisión milimétrica, las que pueden ser reproducidas en cualquier momento y lugar. Trumbull muestra el desarrollo de este tipo de avances, los que también involucran cuestionamientos morales. A pesar de tratarse de un filme que se rodó hace casi cuarenta años, ambos investigadores trabajan en un ambiente que busca exhibir modernidad. Aquí el principal antagonista son las fuerzas armadas que consideran que la palabra descubrimiento es sinónimo de nuevas herramientas de defensa y control, un tópico muy usual en la década citada (Juegos de Guerra, D.A.R.Y.L).
Brainstorm muestra la obsesión detrás de la ciencia, pero también sus posibilidades, tanto las insensatas como cuerdas. En el filme predominan escenas que todavía impresionan a nivel técnico, las que anticiparon formatos como IMAX. Tampoco se puede ignorar que la historia es un poco ingenua, a la vez que deja entrever problemáticas que hoy están muy presentes producto de la realidad virtual y los usos de la inteligencia artificial. El valor del filme de Trumbull está en lo que insinúa, en los mensajes que adelanta en medio de una sociedad dominada por nuevos descubrimientos. En su temática continúa siendo muy actual. También tiene escenas que sobrecogen, entre ellas, cuando la científica Lillian Reynolds anticipando su inminente muerte decide grabar esta experiencia mientras de fondo se escucha uno de los primeros scores del fallecido compositor James Horner (Aliens, Juegos de Patriota, Titanic).
Brainstorm es un filme que busca algo más que entretener. Se trata de una obra con mensajes muy contingentes. Nos cuestiona nuestra propia humanidad junto con la permanente necesidad de encontrar respuestas ante temas como la inmortalidad y las obsesiones físicas que muchas veces coartan la libertad del hombre. Es una lástima que Douglas Trumbull decidiera abandonar la dirección luego de Brainstorm (con excepción de algunos cortometrajes), película que inspiró otras obras como Días Extraños de Kathryn Bigelow (Near Dark). Como espectadores estamos ante una obra que tiene carisma, además de advertencias claras sobre los dilemas morales del ser humano y su entorno. ¡Un filme de culto con todas sus letras!
Título original: Brainstorm (Proyecto Brainstorm) / Director: Douglas Trumbull / Intérpretes: Christopher Walken, Natalie Wood, Louise Fletcher, Cliff Robertson y Alan Fudge / Año: 1983.