Los realizadores Paco Plaza y Jaume Balagueró realizaron dos de las mejores cintas de terror de la última década en España. Rec 1 y Rec 2 aportaron nuevas ideas al formato real footage, tan manoseado desde El Proyecto de la Bruja Blair. También lograron cruzar fronteras gracias al interés de Estados Unidos por adaptar la idea, si bien el resultado fue imperfecto y algo tedioso. Después de algunos años ambos directores continuaron sus carreras en forma separada. Plaza tomó el mando de Rec 3: Génesis y Balagueró de Rec 4. Lo cierto es que estos dos títulos estuvieron muy por debajo de las expectativas, luego de las dos primeras partes de la saga.

Paco Plaza sorprende con Verónica. Sin duda, el terreno en donde se le ve más cómodo es en donde hay pocos recursos y abundante ingenio. El filme lo protagoniza Sandra Escacena, una adolescente que en 1991, en plena época de Héroes del Silencio, tiene la responsabilidad de cuidar a sus tres hermanos, ya que su madre pasa todo el día trabajando. Verónica es una niña que perdió a su padre y que de un momento a otro asume nuevas responsabilidades. Prepara el desayuno, lava la ropa y se preocupa por los detalles de todos mientras se olvida de sí misma y de la libertad que ha perdido. Su pena y cansancio se transmite en cada escena, lo que la motiva a hacer algo distinto a partir de su fascinación por lo paranormal. Con otras dos amigas juegan a la ouija en el sótano del colegio católico al que asisten. Durante lo que parece ser un inofensivo juego algo sale mal. Hay un eclipse de sol, comienzan los movimientos inexplicables y el griterío acostumbrado. Finalmente, Verónica se va a casa, pero algo lleva consigo, una presencia maligna que comienza a manifestarse en diversas formas.

Los filmes sobre posesiones abundan por montones. El Exorcista de William Friedkin sentó las bases de ciertos códigos en 1973, entre ellos, la decisión de que menos es más, además de cierta aproximación al cine documental. Sin embargo, Hollywood siempre abusa y cada determinado tiempo es usual ver en pantalla películas en las que siempre se escucha el griterío de siempre, gruñidos y golpes en las paredes. Junto con ello están las levitaciones, los temblores y presencias digitalizadas en forma de sombras y demonios. El cineasta James Wan en las franquicias de El Conjuro e Insidious le devolvió la novedad al subgénero de posesiones, siempre cuidando el desempeño de los actores como factor clave (algo que también vimos con El Exorcismo de Emily Rose de Scott Derrickson).

En Verónica sucede algo similar. Paco Plaza muestra cómo la maldad se apodera de espacios comunes, en este caso de un departamento en un block de edificios. Todo es demasiado común. Por lo tanto, lo extraordinario, lo paranormal, se ve y se siente más real. Verónica ve en su casa sombras, una figura oscura que camina por diferentes habitaciones y que transmite su influencia en pequeñas, pero reveladoras acciones.

La fuerza del filme es Sandra Escacena, quien realiza un trabajo notable como Verónica. Empatizamos con su atribulada vida, en especial, con su dedicación hacia sus hermanos. Es una joven que se hace mujer demasiado pronto. Entra al mundo de la adultez de la peor forma, aspecto que profundiza Paco Plaza en cada momento en pantalla. Verónica tiene escenas muy bien logradas como un eclipse de sol que evoca aquella sensación de que algo está mal. Dicho efecto estaba en El Exorcista de Friedkin cuando el padre Merrick (Max Von Sydow) percibe en las calles de Irak una inminente batalla entre el bien y el mal. También ayuda que la historia se basa en hechos reales ocurridos en España en los primeros años de la década de los años noventa.

Verónica es uno de los buenos filmes disponibles en la plataforma de Netflix, el que es preciso, es decir, no satura con escenas o explicaciones innecesarias. Paco Plaza desarrolla a la fecha uno de sus mejores trabajos, el que tiene una puesta en escena muy bien lograda junto con un notable elenco de jóvenes actores, además de una noción clara sobre cómo debe manejarse el terror y el suspenso en contraposición a la burda artificialidad del cine de hoy. ¡Excelente y perturbador filme sobre posesiones!

Título original: Verónica / Director: Paco Plaza / Intérpretes: Sandra Escacena, Bruno González, Claudia Placer, Iván Chavero, Ana Torrent, Consuelo Trujillo, Ángela Fabián, Carla Campra y Chema Adeva / Año: 2017.