El cineasta neozelandés Peter Jackson se ganó por méritos propios un lugar en la historia de la cinematografía mundial con sus sagas de El Señor de los Anillos a partir de los relatos de J.R.R. Tolkien. La primera trilogía fue grito y plata en los años 2001, 2002 y 2003, además de plasmar en el cine ese sentido de epopeya fílmica que tan bien se retrató en cine en los años 60, de la mano de cineastas como David Lean (Lawrence of Arabia), Basil Dearden (Khartoum), Joseph L. Mankiewicz (Cleopatra) y Anthony Mann (La Caída del Imperio Romano). Las aventuras de Frodo, Aragon, Gandalf y compañía contra los poderes de Sauron nos hicieron soñar con los paisajes de Nueva Zelanda y, en especial, con el sentido de aventura, un cine de matinée más adulto que estaba dormido en la gran pantalla. Jackson también fue muy hábil al centrarse en la historia, en el corazón de los mundos imaginarios de espadas, orcos y hechiceros que creó Tolkien. Después vinieron otros filmes con el sello autoral de Jackson como King Kong y una película más personal y poco comprendida como The Lovely Bones, en donde mostró una visión aún más oscura de los efectos de un psicópata a cargo de una magistral actuación de Stanley Tucci.
Con el tiempo, Peter Jackson se posicionó como uno de los directores con más poder de Hollywood y la presión, directa e indirecta, por una nueva trilogía de El Señor de los Anillos no se hizo esperar, dando como resultado tres nuevas películas sobre las aventuras de Bilbo, el hobbit que desafió al dragón Smaug. Sin embargo, esta nueva entrega careció de la autenticidad de la primera. Mantuvo altas dosis de entretención, pero su historia era más débil y el exceso de efectos especiales por computadora (CG) comenzó a cansar, produciendo en ocasiones una cierta sensación de tedio. Es así que Jackson, quien hoy está a punto de estrenar una nueva entrega animada de Tintín, se ha transformado en la sombra del cineasta impetuoso y desenfadado de sus primeras películas, de títulos como Bad Taste, la irreverente Meet the Feebles, la salvajada visceral de Dead Alive y la profunda Heavenly Creatures, filme que le significó el reconocimiento de la crítica allá por 1994.
Esta larga introducción es para comprender un poco más a Jackson, pero principalmente para situarnos en The Frighteners, la primera obra del neozelandés rodada en Nueva Zelanda, pero con capitales estadounidenses y con el apadrinamiento de Robert Zemeckis (Volver al Futuro, Forrest Gump). A esta pequeña obra le fue mal en las boleterías de EE.UU. en 1996, a la vez que fue ignorada por la crítica sumiendo a Jackson en un periodo de cuatro años sin estrenos en cine, pero que al final le sirvieron para preparar su trilogía del anillo. The Frighteners tiene varios elementos que hacen del filme un deleite visual. Primero, se trata de una película de corte fantástico con toques de terror y comedia. También fue el último protagónico de Michael J. Fox. en 35 milímetros producto de sus problemas con la enfermedad de parkinson. Además, la historia de The Frighteners, a pesar de la influencia de Zemeckis y de algunos guiños a Tales from the Crypt (que también produjo el director de Contacto), es muy entretenida.
The Frighteners es la historia de Frank Bannister (Michael J. Fox), un investigador paranormal en decadencia que deberá enfrentar a la Parca, extraño ser que ha robado el alma de varios habitantes del pueblo ficticio de Fairwater. Michael J. Fox desempeña una interpretación más que correcta en la que sobresale su carisma y que tiene ecos directos con su Marty McFly de Volver a Futuro. Bannister es una especie de versión más adulta de McFly, además de ser una persona que vive con la tortura de un hecho siniestro del pasado, el que finalmente lo introduce en dones que sirven para contactar a los muertos.
The Frighteners es el estilo de Jackson, quien en todas sus películas suele transmitir una mirada sarcástica sobre el mal y sus efectos. El filme tiene otras particularidades, entre ellas, un relato que hace alusión a las parejas de asesinos en serie, puntualmente al caso de Charles Starkweather y de su novia Caryl Ann Fugate de 14 años. Ambos viajaron por Estados Unidos y a lo largo de dicha travesía mataron a 11 personas. Fue una pareja violenta y extraña, la que inspira directamente parte de la historia de The Frighteners. Esto demuestra el interés de Jackson por este tipo de personas, algo que también hizo en Criaturas Celestiales, obra que se basó en el crimen de Juliet Hulme y Pauline Parker, amigas que en la vida real soñaban con mundos de fantasía y que al final asesinaron a la madre de Pauline.
Otro elemento que sobresale en The Frighteners es la cinefilia o mejor dicho las influencias cinematográficas de Jackson en pantalla. Primero, en el score a cargo de Danny Elfman (colaborador habitual de Tim Burton) y en la interpretación de Jeffrey Combs en el rol del detective del FBI Milton Dammers. La presencia de Combs es magnética y también recuerda su alocado personaje de Herbert West en el clásico Re-Animator de Stuart Gordon. Otro guiño importante es la participación de John Astin, quien se hizo famoso con su Gomez Addams en la serie La Familia Addams en los años 60. Es así que The Frighteners tiene varias influencias sobre el género de terror y sus obras de culto. Tal como señalé al principio, el filme tiene mucho de Tales from the Crypt como también de otras series como Historias Asombrosas y de Galería Nocturna. En cuanto a las mujeres tenemos a Dee Wallace, quien no sólo fue la musa de Spielberg en E.T. El Extraterrestre, sino también la madre atrapada en un auto junto a su hijo en Cujo y la periodista acechada por hombres lobo en The Howling de Joe Dante.
A pesar de que The Frighteners representó para Jackson la puerta de entrada para Hollywood, lo que seguramente se tradujo en una enorme presión, el filme respira el estilo del director de Dead Alive. Lo anterior, en cuanto a la rápida utilización del montaje y sus toques de comedia. The Frighteners es una obra que se disfruta al máximo porque estamos ante un Peter Jackson más auténtico, sin demasiadas pretensiones y menos expuesto a lo que hoy es después del impacto mundial de El Señor de los Anillos. Es de esperar que pronto este cineasta retorne a un cine más independiente y personal como las obras que dirigió a fines de los años 80 y en la primera mitad de los años 90. Sin duda, estamos ante un filme ideal para la noche de Halloween y que recuerda el talento de Michael J. Fox.
Título original: The Frighteners (Muertos de Miedo) / Director: Peter Jackson / Intérpretes: Michael J. Fox, Trini Alvarado, Peter Dobson, Dee Wallace, Jake Busey, John Astin, Jeffrey Combs, Chi McBride, Jim Fyfe, Troy Evans, R. Lee Ermey, Elizabeth Hawthorne y Angela Bloomfield / Año: 1996.