Según algunos críticos el nuevo cine australiano considera el periodo de 1970 a 1985. Fueron quince años que se caracterizaron por cineastas nacionales y extranjeros que fueron creando una identidad propia, una visión de la vida australiana, su idiosincrasia aborigen y de una geografía principalmente agreste en su interior. Dos filmes fueron claves en este movimiento: Walkabout y Wike in Fright. El primero fue dirigido por el cineasta británico Nicolas Roeg (Don´t Look Now) y el segundo por el canadiense Ted Kotcheff. En este comentario me centraré en el filme de Kotcheff, obra que bien podría ser el equivalente a Días Sin Huella (Billy Wilder), pero en versión extrema australiana.
Ted Kotcheff todavía está activo. En los últimos años ha dirigido alguno que otro corto y varios episodios de la serie La Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales, en donde también ofició como productor. En los años 90` y 80` tuvo una filmografía dispar, siendo First Blood (el primer capítulo de la saga Rambo), Este muerto está muy Vivo y Más allá del Valor algunos de sus mejores trabajos. También destacó en El Aprendizaje de Duddy Kravitz, filme protagonizado por Richard Dreyfuss (Tiburón).
Wake in Fright es un fime bestial porque su historia sigue a John Grant (Gary Bond), un profesor australiano con un deplorable trabajo en un pueblo agreste y olvidado del interior de Australia. Digo bestial porque toda la película se centra en cómo este hombre ilustrado se convierte en un bebedor empedernido, en un alcohólico que en su camino hacia Sidney se detiene por una noche en el ficticio pueblo de Bundanyabba. El lugar parece inofensivo, pero la amabilidad de los lugareños y las invitaciones de cervezas gratis van “aflorando” en John Grant lo peor de sí mismo. Comienza tomando de más, pierde todo su dinero en un curioso juego de apuestas, se descontrola, se ríe de todo, toma un arma y dispara a decenas de canguros, además de olvidarse de cualquier atisbo de cordura y control.
Wake in Fright muestra cómo un sujeto inteligente se transforma en un imbécil. Al principio se cree superior a todos estos ciudadanos australianos que subsisten de la caza y de otras labores en medio de los áridos parajes del desierto australiano. Sin embargo, aquel aire de superioridad se va al diablo en pocas horas. A través de la bebida, nuestro protagonista desciende a un estado de deshumanización que resulta ser bastante cómodo, ya que en dicho contexto sus acciones nunca serán juzgadas. Seguramente, John Grant quería lograr grandes cosas, vivir una vida sofisticada junto a su novia en Sidney, pero todo le sale mal. En momentos pareciera ser que el filme es una especie de comedia de equivocaciones. Todo falla y el acicalado profesor comienza a sentirse hasta cómodo en medio de la suciedad, con camisas rasgadas manchadas de sangre y junto al alcohol como única fuente de alegría.
Ted Kotcheff filma las costumbres australianas, las vacaciones del profesor que en intelectualidad se veía a sí mismo como un hombre correcto, pero que no es más que otra bestia, pero esta vez letrada, con corbata y chaqueta. Las escenas entre Gary Bond y Donald Pleasence son notables como también lo es la contagiosa risa y locura de Jack Thompson (Furyo, Breaker Morant) en su debut en el cine. El filme muestra una subcultura masculinizada extraña, machista, con una solapada homosexualidad y violencia extrema en la que predomina la ausencia de cualquier moralidad. Hay momentos sobrecogedores como la pelea de un sujeto con un canguro o cuando el profesor Grand destruye junto a sus nuevos amigos un bar de mala muerte. En Wake in Fright todo es caos, un fin de semana de locura o bien el paréntesis social y deshumanizado que todos hemos experimentado alguna vez.
Después de Wake in Fright vinieron otras obras claves del cine australiano como The Chant of Jimmie Blacksmith de Fred Schepisi, Picnic at Hanging Rock de Peter Weir, Mad Max de George Miller, Breaker Morant de Bruce Beresford y My Brilliant Career de Gillian Armstrong. Sin embargo, el filme de Kotcheff, junto con Walkabout de Roeg, tuvieron un importante efecto en la revitalización de la filmografía de Australia, una que ha aportado mucho a la historia del cine. Cuando vi Wake in Fright quedé impresionado por su honestidad, por ser testigo de la historia de un hombre que en pocos días descubre la parte fea, desagradable, inmadura e innegable de sí mismo, y en medio de un paraje silvestre y desolado, probablemente un simbolismo sobre su propia banalidad y falta de principios.
Título original: Wake in Fright (también conocido como Outback y Despertar en el Infierno) / Director: Ted Kotcheff / Intérpretes: Gary Bond, Donald Pleasence, Chips Rafferty, Sylvia Kay, Jack Thompson y John Meillon / Año: 1971.