William Peter Blatty es sinónimo de El Exorcista. Su novela homónima fue el sustento para el filme de William Friedkin, película que masificó el terror en boleterías y que hoy es considerada una “vaca sagrada” de dicho género, casi un referente obligado en cuanto a historias sobre posesiones. La relación de Peter Blatty con El Exorcista no finalizó en 1973, sino que se mantuvo con la tercera parte de la franquicia en 1990, entrega que también dirigió con bastante solvencia. Se trataba de una propuesta más en la línea detectivesca junto al protagonismo de un muy correcto George C. Scott y con algunas escenas realmente perturbadoras (¡como olvidar a la malograda enfermera en el pasillo de un hospital!). Sin embargo, Peter Blatty tuvo un segundo crédito como realizador en 1980 con un filme que hoy es considerado de culto.

The Ninth Configuration (La Novena Configuración) se enmarca en aquellas propuestas visuales y argumentales que literalmente ponen a prueba la capacidad de asombro de los espectadores. Un castillo con influencias góticas es el lugar en el que varios veteranos de la Guerra de Vietnam son tratados por diversas patologías psiquiátricas. Entre ellos destaca el Capitán Billy Cutshaw (el recientemente fallecido Scott Wilson), un astronauta que abortó el lanzamiento de su cohete y que se transformará en la obsesión del coronel Vincent Kane (Stacey Keach), psiquiatra asignado a este cuasi manicomio de imagen medieval.

En ocasiones el filme parece una obra de teatro con diálogos que hablan de la locura, lo divino, el deber y la excentricidad, y que se basa en la novela homónima de Peter Blatty. Todos los pacientes de este castillo tienen un alto coeficiente intelectual, a la vez que están atrapados por sus miserias y lagunas mentales. Peter Blatty fue generoso y proporcionó buenos momentos de lucimiento para cada uno de sus intérpretes. Está el oficial que se cree Superman y también el que intenta montar Hamlet con perros en vez de actores (alucinante las escenas con Jason Miller, el padre Karras de El Exorcista, en especial cuando lidera un casting con canes). También están los soldados que están casi al límite de sus facultades y que tienen que cuidar a los habitantes de este castillo siempre cubierto por permanente lluvia y neblina.

The Ninth Configuration en ciertos momentos parece un filme de terror y en otros recurre a la comedia porque se trata de una obra que juega con los límites de las percepciones de los espectadores. En medio de las bromas comenzamos a ser testigos de horribles y perturbadoras imágenes, como aquella del astronauta en la luna frente a Cristo crucificado o cuando el coronel Kane recuerda su verdadera identidad junto a los restos desmembrados de personas en medio de la selva. The Ninth Configuration habla de temas como el sacrificio y la redención, pero también de un tipo de locura que podría no ser tal, sino más bien los demonios más profundos y horrorosos que acechan nuestra humanidad.

Scott Wilson se luce en el rol del astronauta Cutshaw al igual que Stacey Keach. Ambos desarrollan interpretaciones con momentos impresionantes de emocionalidad, tensión y rabia. Se ahogan y sufren en sus pensamientos, en sus acciones, omisiones y miedos. Es interesante como Peter Blatty hace de Wilson un referente de El Sombrero de Alicia en el País de las Maravillas (Lewis Carroll), personaje que al final tampoco estaba tan loco. Al contrario, sus mensajes y reflexiones solían transmitir ciertas verdades y revelaciones, al igual que lo sucede con el astronauta Cutshaw. En torno al él está el coronel Kane, quien busca salvarse tratando de salvar a otros, luego de las salvajadas cometidas por una dimensión más monstruosa de su personalidad. The Ninth Configuration es una pesadilla que transcurre sobre diversos simbolismos, lo que también es una declaración sobre la Guerra de Vietnam, es decir, un momento de la historia estadounidense en el que muchas personas perdieron la cabeza y se transformaron en verdaderos animales. Es curioso que casi nunca este filme es citado con el grupo de películas que se crearon a partir de la influencia de este conflicto bélico, entre ellas, El Francotiradory Pelotón.

Desde un punto de vista personal debo decir que la película me dejó atónito, principalmente porque se ampara en una historia arriesgada que en ocasiones se asemeja a un filme experimental. William Peter Blatty demostró con esta cinta su notable capacidad para trabajar con actores, así como su conocimiento para trabajar los espacios físicos como extensión de los personajes de esta extraña y fascinante historia. The Ninth Configuration tiene muchas referencias narrativas y bíblicas, lo que seguramente fascinará a los cinéfilos. Es imposible no quedar con la boca abierta luego de ver sus imágenes, sus planteamientos y con las actuaciones de Scott Wilson y de Stacey Keach, ambos en estado de furia. The Ninth Configuration es una película magistral y desgarradora, pero también un recuerdo fílmico imborrable.

Título original: The Ninth Configuration (La Novena Configuración) / Director: William Peter Blatty / Intérpretes: Stacey Keach, Scott Wilson, Jason Miller, Ed Flanders, Neville Brand, George DiCenzo, Moses Gunn, Joe Spinell, Robert Loggia y Tom Atkins / Año: 1980.