No siempre me gusta escribir críticas al momento del estreno de una película o de cualquier producto audiovisual. Esto porque es muy fácil dejarse llevar por redacciones prisioneras del entusiasmo excesivo o bien de la incapacidad para ver más allá de las imágenes. A veces es positivo “decantar” el cine o la televisión, es decir, abordar una obra con distancia y dejando de lado el “ruido” de las redes sociales, de los matinales, del comentario sin sustento o del “boca en boca”, el que en ocasiones puede ser asertivo o totalmente infundado. Después de algunos meses desde el estreno de The Haunting of Hill House es el momento de hablar de este producto audiovisual del siempre prometedor Mike Flanagan, cineasta próximo a estrenar Doctor Sueño, la continuación de El Resplandor de Stephen King.

The Haunting of Hill House se basa en la célebre novela de Shirley Jackson, una de las piedras angulares del terror moderno estadounidense y que ha sido adaptada al cine con diversos resultados. Jan de Bont (Máxima Velocidad, Twister) dirigió The Haunting 1999, película exagerada y absurda que realmente no convenció a nadie. Sin embargo, este remake si se basó en una muy buena cinta con el siempre correcto Robert Wise como director. Me refiero a The Haunting 1963 con Julie Harris, Claire Bloom y Richard Johnson. Esta película fue la que más se pudo acercar al espíritu de la obra de Jackson, al profundizar en las ideas del abandono y el sacrificio en una historia que desbordaba terror a través de sus imágenes en blanco y negro gracias la fotografía de Davis Boulton.

Desde Oculus que he seguido la carrera de Mike Flanagan, cineasta que ha desarrollado una filmografía en torno al género de terror. Esto ya es un punto a su favor, ya que pocos directores en la actualidad han tratado de ser autores por medio de un género cinematográfico en particular. La experiencia de Flanagan rememora lo que hizo John Carpenter en el ámbito del terror y también en el género fantástico, situación similar a la de otros nombres como Wes Craven o André Øvredal (Trollhunter, La Autopsia de Jane Doe).

En The Haunting of Hill House, Mike Flanagan agrega nuevos puntos de vista a la novela de Shirley Jackson. Mezcla temporalidades, desarrolla a sus protagonistas y ahonda en las relaciones de una familia desestabilizada por un poder sobrenatural. Tenemos la historia de la casa encantada, si bien esta idea no es más que un catalizador para mostrarnos hermanos que a causa del dolor y el olvido han caído en demasiadas faltas. Podemos identificar a dos tipos de hermanos: el inescrupuloso individualista y el adicto que busca enfrentar lo incomprensible. En cuanto a las hermanas tenemos a una que es controladora y posesiva, otra que no pude conectarse afectivamente con nadie, y también la menor que finalmente trata de unirlos a todos. Sobre todos ellos está el padre que por medio del secreto desea en forma errónea proteger a sus hijos. Es así que esta serie consigue fascinar a casi cualquier tipo de audiencia porque tiene muchos elementos con los cuales podemos identificarnos.

Al ver The Haunting of Hill House estaba más interesado en llegar al encuentro entre el padre y sus hijos, además de saber qué pasó en aquella gigante mansión que no era más que un símbolo, una extensión de nuestra mente con habitaciones diseñadas según nuestros miedos y preocupaciones. La casa en pocos dias devoró los pensamientos de cada uno de los siete integrantes de la familia Crain, quienes en los años ochenta estaban en sintonía afectiva unos con otros. Sin embargo, la idea de dejar el nido paternal, de crecer y madurar acarrea consigo usualmente errores, equivocaciones y distanciamientos afectivos. Es la rabia contenida de niños ya adultos que en su ignorancia siguen siendo pequeños e inmaduros.

The Haunting of Hill House es el sueño de cualquier director capaz de hacer para la televisión por streaming una película de 10 capítulos de 50 minutos, y con un elenco preciso en el que destacan Carla Gugino y actores ochenteros como Henry Thomas (E.T., El Extraterrestre) y Timothy Hutton (Gente como Uno, Taps). Creo que aquí está el real valor de las apuestas audiovisuales producidas por Netflix. Ahora bien, es importante destacar que The Haunting of Hill House pese a forjarse en la televisión logra como resultado cine puro. Tiene ritmo y líneas argumentales que funcionan como si se tratase de una película coral, muy en línea con la filmografía de Robert Altman. También logra seducirnos por sus hermosos trabajos de cámara, destacando Dos Tormentas, el célebre capítulo seis en el que se realizaron cinco planos secuencia, quizá la expresión más pura de la imagen cinematográfica, haciendo a los espectadores parte de momentos dramáticos y terroríficos únicos e irrepetibles.

Otro aspecto que destaca en The Haunting of Hill House es su ambientación. Las incursiones cinematográficas de Mike Flanagan siempre han sobresalido por el desarrollo de sus personajes, quienes suelen trastornarse ante lo desconocido (Hush, El Juego de Gerald, Quija: El Origen del Mal). Este siempre ha sido uno de sus talentos, pero también la manera en que administra las atmósferas en sus historias, en cómo las sensaciones de pavor y desesperanza se transmiten a los espectadores.

The Haunting of Hill House conmueve por el desarrollo cognitivo de sus protagonistas. Somos testigos de la pérdida de la inocencia de la forma más abominable posible y de cómo nuestros miedos, tanto actuales como pasajeros, casi siempre se remiten a cuando éramos niños, cuando creíamos que todo era felicidad y días soleados. Sin embargo, la vida dista mucho de dicha idea. Los Crain experimentaron por casi 30 años la escala de grises, las sombras y presencias que no sólo se esconden detrás de escaleras o sótanos, sino también en nuestras frágiles mentes.

Título original: The Haunting of Hill House (La Maldición de Hill House) / Director: Mike Flanagan / Intérpretes: Carla Gugino, Henry Thomas, Timothy Hutton, Oliver Jackson-Cohen, Michiel Huisman, Elizabeth Reaser, Kate Siegel, Lulu Wilson, Mckenna Grace, Paxton Singleton, Julian Hilliard, Violet McGraw, Anthony Ruivivar, Samantha Sloyan, Annabeth Gish, Olive Elise Abercrombie y Robert Longstreet / Año: 2018.