En la cultura popular del cine estadounidense de los años ochenta, Matthew Broderick es y será para toda la vida Ferris Bueller, aquel impertinente estudiante secundario adicto a “la cimarra”. En el filme Ferris Bueller`s Day´s off de John Hugues, Broderick hacía lo que quería con sus compañeros de trabajo, profesores y habitantes de la ciudad de Chicago. Hacer una película sobre un día de cimarra era una idea muy llamativa que el cineasta John Hughes concretó a través de imágenes sustentadas en un relato simple y en el que abunda el carisma de todos sus protagonistas.
John Hughes falleció en forma prematura en Manhattan, Nueva York, a los 59 años. Estaba alejado de la silla de director, si bien se mantuvo activo antes de su muerte por más de una década como productor y guionista (con seudónimo incluido – Edmond Dantes). La época en que brilló como cineasta fue en los años ochenta por medio de películas que hablaban de la desorientación de la juventud estadounidense, una que tenía angustia sobre el futuro, curiosidad por el sexo y el interés por rebelarse ante la autoridad y los convencionalismos sociales. “Sixteen Candles” y “Weird Science” y “She`s Having a Baby” son obras que supieron captar el sentir de un tipo de juventud que comenzaba a experimentar el éxito económico de la época de Ronald Reagan, así como la influencia de la moda, marcas y discursos que hablaban de la individualidad, y del auge de nuevos conglomerados comunicacionales como MTV. En este relato visual, su filme más logrado fue “El Club de los Cinco”, un claro testimonio generacional sobre los traumas de un grupo de adolescentes y la falta de comunicación con padres.
Ferris Buller`s day off en la superficie se muestra como un filme de escapismo puro, en donde tres amigos evaden con astucia y mucha creatividad las responsabilidades escolares. En este escenario los profesores son la expresión del tedio y el aburrimiento. Aquí los adultos son incapaces de “encantar” e “interpelar” a los jóvenes, siendo estos las personas más idóneas para aportar diversión a los espacios en donde no siempre la hay. A través de bromas, las de un joven que se burla de la ingenuidad y poca creatividad de los adultos, vemos la representación de la popularidad. Ferris Bueller es querido por todos, incluso por sus profesores que se creen sus mentiras. El ser popular es parte de la iconografía social y cultural de Estados Unidos, es decir, aquella capacidad para encantar a las masas por medio de discursos vacíos y populares. Es parte del American Way of Life que se inició en la década del 50´. Lo interesante es que como espectadores también creemos en el magnetismo de Buller, queremos que se salga con la suya y nos vemos representamos en él en cuanto a aquellos momentos de nuestras vidas en donde también hemos querido mandar al diablo las responsabilidades, ya sea las escolares o las de la vida diaria.
Ferris Buller y sus amigos entienden mucho más sobre la importancia de la vida, sobre valorar aquellos momentos únicos e irrepetibles. Se burlan de los convencionalismos sociales y de la falta de humor de una sociedad demasiado ensimismada en problemas que no tienen sentido. El cine americano de los primeros años de los ochenta tuvo una exacerbada tendencia al desarrollo de comedias adolescentes, bastante pobres en argumento y con una predilección por el desnudismo y las bromas escatológicas. En esta arista tenemos a “Animal House” (la piedra angular que inspiró el movimiento de este tipo de filmes en 1978), “Despedida de Soltero”, “El Último Virgen Americano” y “Porkys”. En un nivel más alto tenemos a “The Valley Girl”, “Fast Times at Ridgemont High” y “The Sure Thing”, cuyos jóvenes protagonistas se enfrentan a sus primeras responsabilidades como adultos. El cine de Hughes está en esta categoría, teniendo en su esencia la compulsiva necesidad de mostrar a jóvenes que desde la inocencia de su edad tendrán que enfrentarse a las primeras encrucijadas de su vida.
Ferris Buller`s day off tiene grandes momentos cinematográficos que se vinculan con los recuerdos de juventud de millones de espectadores. Imposible olvidar a Matthew Broderick bailando y cantando “Twist and Shout” de The Beatles con casi toda la ciudad de Chicago vitoréandolo. También está la cara desencajonada de Jeffrey Jones como el inspector Ed Rooney, quien sabe que Buller es un manipulador. Sin embargo, su torpeza y estupidez -una relexión directa a la intransigencia de los adultos- lo muestra en pantalla como si fuese un bufón de chaqueta y corbata. Finalmente, tenemos la escena en que Cameron Frye (Alan Tuck), el mejor amigo de Buller, destruye el auto de su padre. Lo anterior, como símbolo de rebeldía ante una figura paternal autoritaria que se caracteriza por sus omisiones afectivas.
John Hughes fue autor de otras joyas como “Plains, Trains and Automobiles”, notable relato sobre la tolerancia y las parejas disparejas, y probablemente su mejor película. Volviendo a Ferris Buller`s day off podemos decir que es cierto que no es su mejor obra, pero también es un muy buen relato sobre el sentir, el estilo y las preocupaciones de la generación de los años 80, cuyos jóvenes hoy son adultos. Volver a ver este filme es un ejercicio de nostalgia, el cual permite recordar una época situada en un mundo muy suburbano, cuyo máximo objetivo era simplemente pasarlo bien…y aquello no tiene nada de malo.
Título original: Ferris Buller`s day off (También conocida como Un Experto en Diversión) / Director: John Hughes / Intérpretes: Matthew Broderick, Alan Ruck, Mia Sara, Jennifer Grey, Jeffrey Jones, Charlie Sheen y Ben Stein / Año: 1986.