Con la aparición de Outcast, el nuevo proyecto televiso de Robert Kirkman (The Walking Dead) sobre posesiones, vale la pena revisar una vez más este subgénero de terror. Es innegable que El Exorcista (1973) de William Friedkin es una de sus piedras angulares, ya que se trata de una obra que supuso nuevos cánones y estándares a nivel audiovisual, y que por décadas continúa perturbando a la audiencia. También hay otras referencias relevantes, entre ellas, El Bebé de Rosemary (1969) de Roman Polanski, y otros ejemplos muy logrados, y un poco más contemporáneos, como El Exorcismo de Emily Rose (2005) de Scott Derrickson y Posesión Infernal (1981) de Sam Raimi, este último con claras influencias de la comedia slapstick.
Sin embargo, hay otros filmes que suelen ser desestimados o prácticamente ignorados por la crítica. Una de las omisiones más vergonzosas es Posesión de Andrzej Zulawski (La Note Blue). El filme, protagonizado por Isabelle Adjani y Sam Neill, es una de las historias de terror más enigmáticas, crudas e implacables del cine de los años 80´. No es el relato de terror típico, ya que aquí lo genuinamente horroroso se vincula con los celos y el control entre una joven pareja. Zulawski sustenta el filme en un relato bastante simplista, en el cual un hombre que trabaja en temas de inteligencia y espionaje retorna a casa para encontrarse con una esposa ajena, errática en comportamientos y sexualmente reprimida.
Posesión transcurre en el cohibido Berlín occidental de la Guerra Fría, en un departamento situado a metros de la otrora Cortina de Hierro. Es en este espacio en donde la incomprensión e incredulidad de un amante da cabida a la obsesión más perversa. Zulawski busca infligir en el espectador un estado de continua incomodidad y angustia por medio de encuadres con grandes angulares que magnifican la sensación de ahogo y destrucción entre la pareja de protagonistas. La violencia es tanto física como psicológica en el mismo grado. Lo interesante de esta propuesta es que el filme comienza como una obra sobre el sentido de pertenencia, de propiedad, entre dos personas, en medio de un amor irracional e incoherente. Con bastante astucia, y sobre la base de un ritmo flagelante, Zulawski nos introduce en el concepto de la obsesión. Hay claros guiños a Vértigo de Hitchcock, pero también hay espacio para mensajes políticos que se vinculan con la represión social en medio de dos regímenes, el comunista y el capitalista.
El filme transcurre entre discusiones en torno a escenarios monocromáticos y deslavados. Sólo predomina la furia producto de la perplejidad. Adjani, que ganó la Palma de Oro en Canes a mejor actriz por su papel en la película, demuestra un talento incombustible. Su clásica belleza etérea contrasta con espeluznantes gritos que podrían haberse transformado en una caricatura. No obstante, el efecto es contrario, ya que consigue con su mirada y presencia perturbar al espectador. Al igual que su extraviado marido, no sabemos quién es o en qué se ha transformado.
Posesión juega en forma permanente con nuestros sentidos. Zulawski nos engaña para finalmente conducirnos hacia una historia de terror horripilante que no duda en recurrir al gore más impensado. En el filme está el monstruo de los celos, a la vez que se materializa otra corporeidad aún más diabólica e incomprensible. Es el germen del anticristo que desencadena nuestros peores miedos y en el polarizado Berlín de principios de los años ochenta. Se trata de un filme subvalorado que te embruja e interpela, y que también despierta en nosotros nuestros peores miedos. Las escenas de un violento y loco Sam Neill son difíciles de olvidar, al igual que aquellos incómodos momentos con una Isabelle Adjani sangrando en una estación de metro o teniendo relaciones sexuales con una perversa criatura. Posesión es un filme de terror sensorial ajeno a los convencionalismos, el que poco a poco se ha posicionado como una obra de culto atemporal y de genuino lenguaje audiovisual. Filme imperdible sobre el odio que puede surgir entre una pareja de cualquier época y lugar.
Título original: Possession / Director: Andrzej Zulawski / Año: 1981 / Intérpretes: Isabelle Adjani y Sam Neill, Margit Carstensen, Heinz Bennent y Shaun Lawton.