Art Carney obtuvo el Oscar a Mejor Actor en 1974 por su rol de Harry, un hombre mayor que recita a Shakespeare y cuyo compañero es un gato atigrado color naranja. Paul Mazursky fue uno de los cineastas claves en el nuevo cine hollywoodense de los 70´, si bien su nombre usualmente suena poco cuando se piensa en esta corriente cinematográfica. En Harry & Tonto hay cine y una conexión directa con Umberto D. de Vittorio de Sica. En aquel filme, emblema del neorrealismo italiano, la pobreza y soledad estaba representada en un anciano jubilado, que pasaba las tardes junto a su perro Fluke. Aquí la precariedad de una sociedad italiana de postguerra era latente, al igual que la sensación de intemperie y abandono de un hombre que lo pasa mal, padece hambre, enfermedades, la falta de trabajo y la ausencia de seres queridos.
En Harry & Tonto el protagonista es un poco más sofisticado y tampoco está tan sólo, ya que sus tres hijos, tanto cercanos como ingratos, de alguna forma están presentes en su vida. Aquí lo que importa es la memoria de un anciano que cuenta sus días en los vacíos contemporáneos que son el crimen, la destrucción de vecindarios, la falta de cortesía y la incomunicación familiar. Harry también deambula en medio de una época presa de nuevas modas sobre una sociedad de consumo que colinda con las drogas y el sexo sin restricciones.
Art Carney tenía 56 años cuando interpretó a Harry, un rol que exigía 20 años más. El maquillaje que le aplicaron lo hizo lucir siempre realista, pero la convicción del personaje que interpretó no se debe a efectos especiales, sino a la propia vida del actor. Carney tuvo una reconocida carrera en la radio y en la televisión estadounidense, la que comenzó a fines de la década del 30’. Fue un protagonista del clasicismo artístico y de los grandes estrenos con frac y corbata hasta llegar a la contrarrevolución cultural de fines de los 60´ y de los 70´. Es así que su vida como artista tuvo algunos paralelismos con la de Harry.
Mazursky creó en Harry & Tonto un road movie sobre la vida crepuscular y de la consciencia en torno al pasado, uno que para Harry es el recuerdo de su endeble vida, si bien aún tiene la oportunidad de salirse con la suya, ya sea infringiendo la ley, echando un polvo en el camino y viendo como sus maduros hijos todavía siguen siendo irresponsables, malos padres y tercos.
Lo más enternecedor de Harry & Tonto es la relación de su protagonista con su inseparable y leal gato. Ambos se acompañan el uno al otro en una relación incondicional en medio de una sociedad ajena, fría y distante. Harry disfruta de los descuentos, en especial, de aquel que es más sabio y de quien lo ha visto y hecho todo. Incluso, la verborrea de Harry tiene algunas cualidades quijotescas porque se trata de un hombre que todavía se hace el tiempo para ser idealista, y también para observar a su entorno con curiosidad y satisfacción.
Harry & Tonto muestra la relevancia de las relaciones humanas, además de la soledad de quienes han sido capaces de anteponerse a la vida misma. Otra gran obra de Mazursky también profundizaba en ello, la subvalorada Una Mujer Descasada, en la que Jill Clayburgh protagonizó uno de los filmes más feministas de la década del 70´ y con una honestidad que a veces te partía el alma. Bueno, con Harry & Tonto a los espectadores también se les partirá el corazón con una obra sin pretensiones, humana y muy contemporánea.
Título original: Harry & Tonto / Director: Paul Mazursky / Intérpretes: Art Carney, Philip Bruns, Ellen Burstyn y Larry Hagman / Año: 1974.