En Los Pájaros de Alfred Hitchcock hay una célebre escena en que Melanie Daniels (Tippi Hedren), la protagonista del filme, retorna a una cafetería luego de un masivo ataque de aves a Bodega Bay. En el lugar yace un variopinto grupo de ciudadanos, los que tratan de protegerse del extraño ataque. En medio de ellos hay una anciana ornitóloga, la que minutos antes señalaba que era imposible que los pájaros sean capaces de provocar daño y en forma organizada. Aquí el diálogo habla de la posibilidad y la imposibilidad, a la vez que se deslizan ciertas ideas sobre el fin del mundo. Posteriormente, y producto del pánico, una asustadiza mujer comienza a sospechar que el inexplicable ataque de pájaros se debe a la rubia platinada. Dicha escena retrata la facilidad con la que los seres humanos podemos convertirnos en bestias y aquello es exactamente lo que busca probar Alex de la Iglesia en su último filme.
El Bar emula otros ejercicios de Alfred Hitchcock como La Soga y Lifeboat al plantear una historia en un solo lugar. Es cierto que de la Iglesia se expande hacia otros espacios, pero el escenario de un bar se extiende durante casi una hora. Todo comienza con otro diverso grupo de personas, los que inician la rutina de cada mañana. Compran café, dialogan un poco o buscan cargar el celular. Todo parece normal hasta que un cliente sale del local y le disparan en la cabeza. A partir de dicho momento el relato se transforma en un capítulo larga duración de sus evidentes inspiraciones: shows televisivos como La Dimensión Desconocida, Galería Nocturna e Historias Asombrosas.
Alex de la Iglesia tiene más de 50 años y hace más de 20 sorprendió a espectadores y críticos con El Día de la Bestia, filme que renovó el género fantástico y de terror en España. Desde entonces, la carrera del director de Perdita Durango ha sido dispar, con historias muy bien logradas como La Comunidad y 800 Balas, ésta última una suerte de homenaje a los spaghetti westerns rodados en Almería y a la filmografía de Sergio Leone. El gran problema de Alex de la Iglesia es que en algún punto sus filmes sucumben al caos y, en cierta medida, al despelote narrativo. Dicho exceso es una de sus particularidades y en El Bar también está presente. Aun así, el filme tiene muchos puntos a favor, entre ellos, sus personajes. Esta es una obra sobre el egoísmo como también lo fue La Comunidad. Lo que sucede en el exterior del bar pertenece al terreno del McGuffin Hitchkoneano, ya que el tiroteo del inicio es un mero elemento que promueve un conjunto de acciones, cuyo propósito es catalizar la desconfianza, la desesperación y la necesidad de sobrevivir a toda costa.
El Bar bien podría ser una obra de teatro por su exageración. En ella abunda el drama y también la comedia. Como sucede con toda la filmografía de Alex de la Iglesia, prácticamente no hay descanso. A pesar de que Hitchcock está presente en casi toda su filmografía -los créditos del tipo Vértigo en la citada La Comunidad, el rol de Anna Massey (Frenesí) en Los Crímenes de Oxford y las referencias a que el crimen siempre paga, incluso en clave de comedia negra en Crimen Ferpecto-, El Bar continúa siendo 100% el estilo visual de su director.
En el último tercio del filme prima el caos. Sin embargo, la perversión omnipresente de Alex de la Iglesia está en todas partes, siempre provocando el sufrimiento de sus protagonistas. Estos se convierten en sus peores enemigos porque son miserables, engañan, mienten y casi no titubean si es necesario destruir a otros. El Bar podría suceder en cualquier parte. Quizá si se hubiese rodado en un cine, con espectadores atrapados viendo en pantalla lo que sucede en el exterior, el efecto y el sarcasmo hubiese sido mayor. En todo caso, nos quedamos con El Bar de Alex de la Iglesia, un retorno al cine que permite ver el talento de un cineasta que todavía tiene muy buenas ideas y pulso para dirigir, aun en medio de sus propias faltas. Atención con el mendigo interpretado por Jaime Ordóñez, quien se roba la película en cada escena en la que aparece. También aplausos para Blanca Suárez, quien es mucho más que una cara bonita.
Título original: El Bar / Director: Alex de la Iglesia / Intérpretes: Blanca Suárez, Mario Casas, Carmen Machi, Secun de la Rosa, Jaime Ordóñez, Terele Pávez, Joaquín Climent y Alejandro Awada / Año: 2017.