La primera adaptación al cine de It de Stephen King sobrecoge por imagen y por esencia. El argentino Andy Muschietti, quien desde Mamá ha demostrado conocimientos y técnica en el género de terror, realiza un filme que trasciende al material novelesco en el cual se basó. Con It no sólo escenifica una realista puesta en escena ambientada en los años 80, sino que además sustenta una historia que se siente como las películas de aquella década. El realismo es sobrecogedor y en ocasiones es muy fácil sentir la sensación de estar viendo clásicos ochenteros, como si fuese la primera vez, del tipo The Goonies, E.T El Extraterrestre, Monster Squad o Cuenta Conmigo, filme de Rob Reiner también adaptado de una obra de King y protagonizada por niños. Independiente de los sobresaltos, It es una obra con corazón porque está rodada con paciencia. Cada escena se toma su tiempo, al igual que la historia, la que privilegia la complejidad dramática de los pequeños protagonistas.

It es la historia del pueblo de Derry y un mal que lo acecha cada 27 años, provocando de paso la desaparición de niños y adolescentes. Como en la mayoría de las historias de King, en este tipo de lugares predomina la indiferencia. Sólo unos pocos son capaces de percibir la maldad, generalmente aquellas personas más inocentes. El mal en Derry es Pennywise, en la superficie un horrible payaso, pero debajo del disfraz no es otra cosa que el miedo, los terrores infantiles y la crueldad de los adultos. Sólo un grupo de niños será capaz de enfrentarlo, no sin antes comprender lo que es en definitiva la maldad, una esencia pura y absorbente.

En 1990 It tuvo su primera adaptación, una que pego fuerte en Latinoamérica y, en especial, en Chile. La miniserie de más de tres horas tenía defectos y muchas omisiones por tratarse de un producto televisivo. Sin embargo, sí tenía un villano de lujo. El Pennywise de Tim Curry era bromista y también espeluznante. La primera mitad también tenía talentosos niños como protagonistas, si bien la segunda parte con la versión adulta en ocasiones se quedaba a medio camino. Independiente de sus virtudes y faltas, el It dirigido por Tommy Lee Walace (autor de la subvalorada Halloween III, Season of The Witch) tenía encanto y en muchas personas dejó un recuerdo imborrable. Hace pocos meses adquirí la miniserie en blu ray y aunque me di cuenta de sus debilidades, todavía Tim Curry era capaz de provocarme una sensación de incomodidad a medio camino entre el miedo y también admiración por el trabajo realizado. Durante años le di vuelta a este primer It, quien como personaje tiene una complejidad mayor y que Muschietti pudo transmitir en 35 milímetros.

It promueve el miedo por muchos factores, siendo uno de ellos la increíble personificación del payaso asesino en manos del sueco Bill Skarsgård. No es tan bromista como Curry, si bien consigue inquietar en cada una de sus escenas (independiente de los sobresaltos obligatorios del género). Utilizando la misma astucia de Tiburón, Muschietti lo muestra de a poco porque seguramente tuvo claridad de que el centro de todo el filme son los niños. Pennywise finalmente es sólo un catalizador, además de representar una idea mucho más aterradora que de alguna forma se relaciona con la pederastia y el abuso infantil. En la película nunca se menciona dicha palabra, si bien se manifiesta en otros antecedentes, entre ellos, la relación del personaje de Beverly Marsh (Sophia Lillis) con su padre y también en el control de la madre de Eddie Kaspbrak hacia su hijo. Todos los niños protagonistas de It son presionados por los adultos, ya sea por omisión o simple desprecio como sucede en el caso de Henry Bowers y su padre policía. En las novelas de King es usual ver a niños que padecen los flagelos de los adultos (el caso más emblemático es el de Jack Torrence en El Resplandor). Pennywise no es más que eso, es decir, los miedos y la indiferencia propia de los adultos. Cuando vemos el filme nos identificamos con los protagonistas porque en ellos también vemos reflejados los miedos que alguna vez sentimos en nuestra niñez y adolescencia.

It es una obra redonda porque es concisa en espectáculo y en historia. Esta primera parte está destinada fácilmente a convertirse en una obra de culto, debido a que los niños siempre experimentarán los mismos miedos, mientras que los adultos continuarán abusando desde el error y la desidia. Desde Dolores Claiborne (Taylor Hackford, 1995) que no se veía una buena adaptación de King a la gran pantalla, logro que sin duda es mérito de Andy Muschietti y de sus increíbles pequeños protagonistas, intérpretes capaces de llevar sobre el hombro un material más complejo de lo que indica las apariencias. Los niños se lucen en sus papeles, pero quien se roba todas las miradas por carisma y belleza es Sophia Lillis y, obviamente, el Pennywise de Bill Skarsgård. Ahora sólo queda esperar la segunda parte, además de fantasear con su posible casting, el cual no lo tendrá fácil porque este primer It es muy preciso y en ello ha radicado su meteórico éxito.

Título original: It / Director: Andy Muschietti / Intérpretes: Jaeden Lieberher, Finn Wolfhard, Sophia Lillis, Jeremy Ray Taylor, Chosen Jacobs, Jack Dylan Grazer, Wyatt Oleff, Nicholas Hamilton, Jake Sim y Bill Skarsgård / Año: 2017.