El documental Crystal Lake Memories: The Complete History of Friday the 13th, dirigido por Daniel Farrands y basado en el libro Crystal Lake Memories de Peter Bracke, es todo lo que puede esperar un amante del cine de terror, en especial, los seguidores de una de las sagas cinematográficas más longevas del cine estadounidense. De alguna forma, Martes 13 se estrenó como una “hija bastarda” bajo la sombra de Halloween de John Carpenter. Surgió como una idea en la mente del director Sean S. Cunningham, quien se obsesionó con el nombre Friday The 13th. Pensó que podía hacer un buen negocio, si bien todavía no tenía claridad sobre la historia y menos sobre el origen de Jason. A fines de los 70` y principios de los 80` la efervescencia por el subgénero slasher era absoluto. Decenas de productos y variaciones de los psicópatas Michael Myers (Halloween) y Leatherface (La Masacre en Texas) se estrenaban en cine. El objetivo era producir gritos por medio de filmes sobre adolescentes, quienes usualmente perecían en formas bastante sangrientas e impensadas para la época. La Guerra Fría, el consumismo exacerbado, el conservadurismo de la presidencia de Ronald Reagan y la sexualidad preadolescente era el escenario de generaciones de jóvenes que sólo deseaban divertirse y pasarlo bien.
Tenemos que reconocer que un filme como Martes 13 carece de la mirada de autor de Halloween, filme con demasiados simbolismos y referencias visuales. Incluso, sus sustentos que son los asesinatos en pantalla suelen ser reiterativos y mecánicos. Sin embargo, la “inocencia” y falta de pretensiones de Martes 13 hace del filme un producto increíblemente adictivo. Como espectadores disfrutamos de sus escenas voyeristas y de las salvajadas de Jason Voorhees contra desprevenidos arquetipos de la juventud estadounidense, y también mundial. Cunningham y los promotores de la saga nunca se imaginaron el impacto iconográfico del filme estrenado en 1980. Es más, Jason Voorhees nunca fue el asesino del primer capítulo de Martes 13 y su fama y estatus de referencia de la cultura occidental recién se comenzó a gestar en la tercera entrega (cuando utiliza por primer vez la célebre máscara de Hockey con la línea roja).
Pocas veces he visto un documental tan completo sobre un fenómeno cinematográfico. Crystal Memories…se extiende por casi siete horas de entrevistas a directores, productores, intérpretes, guionistas, dobles, maquilladores (el legendario Tom Savini) y creadores de efectos especiales. La información entregada va desde lo concreto hasta lo anecdótico, siempre desde el cariño y la pasión que suele detectarse en las personas que trabajan en este tipo de películas. El proceso de documentación es más que generoso, convirtiendo al documental en una especia de máquina del tiempo en el que podemos ver y oír profesionales del mundo del cine generalmente desconocidos o bien sólo identificados por seguidores y una parte de los espectadores. Es imposible no emocionarse al ver a los primeros protagonistas de la saga, los que en su mayoría están alejados del cine. En todos los testimonios persiste el recuerdo de filmes que implican un enorme trabajo y dedicación.
Crystal Memories…es la conformación de un ícono cinematográfico, cuyo valor se sustenta en el conjunto de todos los capítulos de Martes 13, incluyendo los más logrados como también los olvidables. La historia de Jason Voorhees se origina en el rechazo, en la experiencia de quienes son apartados por incomprensión y desconocimiento. Voorhees hace que su ira se transforme en un sentimiento indestructible a nivel físico y psíquico. Es una fuerza imparable que destruye, aplasta, sofoca, tortura y quita la esperanza a sus víctimas. A veces no sabemos realmente cómo opera o si en él queda algún rastro de humanidad. Sin embargo, también deseamos verlo en acción, haciendo lo que sabe que es desmembrar cuerpos, ya sea con su machete o con cualquier objeto que encuentra a su paso. Es un asesino, una identidad que se gesta en la monstruosidad y que también apela a los sentimientos voyeristas del espectador.
En el documental es interesante ver cómo Martes 13 colindó con la censura y las posibilidades de su género. Es una saga que a veces produce miedo, si bien en ocasiones nos divierte. Es el espectador que también juega con su salvajismo e instintos primarios. Aun así, Jason Voorhees también se desarrolla en otros sentimientos, los que se vinculan con la pasión de los realizadores que vemos en pantalla. Se trata de obras con mucho oficio a través de las cuales podemos analizar cómo han evolucionado estudios cinematográficos como Paramount Pictures (los dueños de los derechos de Martes 13).
Cuando vi Crystal Memories…recordé las veces en que mi hermano me arrendó los capítulos de la saga (o mejor dicho cuando las veía escondido). Me acordé de las carátulas de los VHS. También vino a mi mente las sensaciones de miedo y suspenso, en particular, cuando veía alguna entrega como Martes 13, Jason toma Manhattan en televisión abierta, específicamente en horario de trasnoche. Otros recuerdos se conectaron con mi época de estudiante de enseñanza básica y media, en los momentos en que hablaba de Jason con mis compañeros de clase o amigos. Quizá por eso la saga Martes 13 sea tan importante para muchos, ya que son filmes que te conectan con la infancia y la adolescencia. Voorhees castiga a quienes tienen sexo y sólo se salvan los vírgenes. Ese es su ley motiv o una de sus esencias. Yo diría que Martes 13 es mucho más que ver a un sujeto sobrehumano martirizando a quienes tienen sexo, sino más bien un producto que entretiene y que tampoco pretende enseñar mensajes moralizantes. Imposible olvidar el score del compositor Harry Manfredini, casi tan de culto como Jason.
En Crystal Lake Memories: The Complete History of Friday the 13th importa la anécdota (una de ellas el duelo en cine entre Jason y Freddy Krueger), si bien entre líneas comunica otras ideas que se vinculan con el gusto por el cine, por la teatralidad y la exageración. Son casi 40 años de miles de personas que han hecho posible el desarrollo de esta saga, una que siempre se está reinventando y que continúa atrayendo a nuevos espectadores y fanáticos del cine de terror. Jason Voorhees no tiene misericordia, pero sí una tremenda creatividad, haciendo de lo imposible algo posible. El documental de Daniel Farrands es notable, tanto por envergadura como por sus mensajes. Es la pasión de que quienes aceptamos y amamos filmes como Martes 13, ya sea con sus defectos y a veces ignoradas virtudes.
Título original: Crystal Lake Memories: The Complete History of Friday the 13th / Director: Daniel Farrands / Año: 2013.