Antes que La Profecía (Richard Donner, 1976), Poltergeist (Tobe Hooper, 1982) y The Changeling (Peter Medak, 1980), y casi en forma paralela a El Exorcista (William Friedkin), el terror estadounidense había dado un salto cualitativo en torno a este género en 1973 y bajo el alero de Paramount Pictures, el mismo estudio que produjo El Bebé de Rosemary bajo la dirección de Roman Polanski y el productor de moda de la época, el Sr. Robert Evans (El Padrino, Chinatown). En su libro Infamous Players, el director ejecutivo Peter Bart describió los entretelones detrás del estudio cinematográfico que más aportó en el desarrollo del nuevo Hollywood en los años 70. Fue una época en la que el realizador tenía el control sobre su obra, lo que facilitó la creación de películas únicas con un enorme sustento narrativo y visual. Don´t Look Now fue el resultado de este sentir de la industria del cine junto con posicionarse como una cinta de horror que se adelantó a su época.
Es difícil poder clasificar la filmografía del cineasta británico Nicolas Roeg, cuya visibilidad y concepción del mundo siempre ha estado sujeto a cierto lirismo narrativo y la utilización de recursos que usualmente muestran a sus protagonistas en medio de dos dimensiones de la realidad. En Don`t Look Now aborda una historia algo recurrente, en este caso la pérdida de un hijo y la reconstrucción de una pareja a partir del dolor y el luto. Sobre una historia de la escritora Daphne Du Maurier, Nicholas Roeg fija su cámara en el matrimonio Baxter, quienes se refugian en Venecia después de haber perdido a su hija en un terrible accidente. John es un arquitecto interpretado por Donald Sutherland que en los antiguos canales de Venecia tiene la oportunidad de restaurar una iglesia. En este desafío lo acompaña su mujer, Laura Baxter (Julie Christie), quien gracias al contacto con una psíquica logra saber sobre su fallecida hija hasta que algunas visiones comienzan a advertirle sobre un trágico destino.
Roeg desarrolla un filme fascinante desde los primeros minutos y cuyo tercer protagonista es el color rojo como recurso visual que se conecta con diversas situaciones. Este intenso tono representa la advertencia, la vida o muerte en medio de una Venecia ocre y oscura. Esta ciudad italiana siempre se ha asociado a tópicos como el romance, pero en Don´t Look Now luce peligrosa. Sus calles y puentes esconden una maldad que crece en medio de las sombras de la noche. John Baxter desea olvidar el fatídico desenlace de su hija. Es un hombre práctico que evita leer entre líneas. En cambio, su mujer es de mente abierta y desea buscar respuestas en lugares poco comunes y alejados de lo terrenal. El primero es la negación, mientras que la segunda está más cerca de la espiritualidad y el mundo de lo paranormal.
En las escenas de Don´t Look Now se percibe la sensación de vacío y extravío emocional del matrimonio Baxter, pero finalmente es un filme que trata sobre una advertencia que se resguarda tanto en lo que decidimos ver o negar. Roeg muestra las señales de lo que parece ser la cualidad fatídica presente en el destino, que más se asemeja a una fuerza despiadada con un lenguaje propio y en acciones que en algunas oportunidades delimitan nuestra humanidad o redención.
Para ojos primerizos Don´t Look now se presenta como una historia en donde no sucede mucho y esto se debe a que estamos ante un trabajo que habla de lo simbólico. Cada escena, cada decisión de los protagonistas, nos acercan a un final que también es circular y que se conecta con la muerte. Alfred Hitchcock tomó otros relatos de Daphne Du Maurier, convirtiéndolos en filmes como Rebecca y Los Pájaros. Estos trabajos transmitían ideas que se vinculaban con lo aparente, lo real y la fantasía, además de una sensación apocalíptica, como si estuviésemos frente al término de algo y el inicio de algo peor.
Don`t Look Now mantiene la sensación indicada, pero a diferencia de las películas de Hitchcock es mucho más despiadada en su resolución. Estamos ante una obra que se sustenta en la perplejidad del espectador ante situaciones que están entrelazadas, ya sea por una fuerza superior al hombre o por ceguera ante la posibilidad de lo incierto.
Tres años después del estreno de Don´t Look Now, Roeg nos sorprendió con El Hombre que Cayó a la Tierra basada en la obra homónima de Walter Tevis. Aquí el protagonista era el fallecido cantante David Bowie en el rol de Jerome Newton, un extraterrestre que viaja a nuestro planeta para buscar agua y salvar el suyo. Este filme también profundiza en ensoñaciones y abre la interrogante sobre si Jerome es realmente o no un ser de otro mundo. La vinculación entre esta obra y Don´t Look Now es innegable porque ambas giran en torno a lo que vemos y constatamos en contraposición a lo que parece ser una posible invención.
Don´t Look Now es uno de mis filmes favoritos de la década del 70`. Cada vez que veo sus imágenes descubro nuevos mensajes que se vinculan con la fragilidad del ser humano y, en especial, con el poco control detrás del sufrimiento. Nuestros temores y faltas nos pueden conducir a la muerte, un estado que en boca de Roeg es mucho más grande que cualquier religión o hecho comprobable. Tanto Sutherland como Christie realizan un trabajo impecable y una escena en particular muestra con claridad la compenetración entre ambos. Esto apoyado por la cámara de Roeg dispuesta a transgredir límites que era necesario cambiar en los setenta. También es de antología la escena en donde Sutherland se enfrenta al final más cruel, perturbador y terrorífico en la historia del cine. ¡100% una obra fenomenal!
Título original: Don´t Look Now (Conocida en España como Amenaza en la Sombra y en Latinoamérica como Venecia Rojo Shocking) / Director: Nicolas Roeg / Intérpretes: Donald Sutherland, Julie Christie, Hilary Mason, Clelia Matania, Massimo Serato y Renato Scarpa / Año: 1973.