Cada vez que veo El Motín de Caine pienso en mi otra vida laboral, en la diurna a lo largo de varios años de carrera profesional. Digo esto porque las deslealtades, la falta de criterio y la tendencia a crear bandos contra una u otra persona son reales, las he vivido y también las he protagonizado. En el filme tenemos a la tripulación del Caine, destructor dragaminas que en medio de la Segunda Guerra Mundial tiene problemas de disciplina. Toda cambia cuando toma el mando el Teniente Comandante Philip Francis Queeg (Humphrey Bogart), un hombre que supuestamente ha peleado varias batallas, pero que también acarrea consigo una personalidad paranoica y perfeccionista. Es un hombre con mando severo y que veces se preocupa de nimiedades, a la vez que desatiende sus funciones producto de las obsesiones que al parecer atormentan su cabeza. No es una persona agradable, lo que produce la distancia entre sus hombres. En el Caine se genera la duda sobre las capacidades de mando de Queeg, quien pide un apoyo que nunca recibe.
Bajo el capitán Queeg hay otros tipos de hombre. Está el Teniente Steve Maryk (Van Johnson), quien sigue las reglas que dicta la cadena de mando; el Teniente Tom Keefer (Fred Mac Murray), que promueve ideas sobre el endeble juicio de su capitán; y el Alférez Willie Keith (Robert Francis), el joven que da sus primeros pasos en la Armada. Es en este escenario en donde se comienzan a generar dudas sobre lo que pasa por la mente de Queeg, cuyas acciones suelen ser excéntricas.
El Motín de Caine se basa en la célebre novela homónima de Herman Wouk (Vientos de Guerra). Estamos ante un material que se ha adaptado hasta el cansancio en teatro y en películas para la televisión porque se trata de una pieza que tiene un cariño y respeto genuino por la Armada, y que además profundiza sobre los alcances de la cadena de mando. El filme no pretende dar una respuesta concreta sobre los dilemas morales de sus personajes. En realidad, los oficiales del Caine tienen diversos grados de culpabilidad. En medio de una tormenta el capitán Queeg pierde el control y es relevado por sus hombres. Aquel acto de insubordinación se cocinó a fuego lento hasta que la posibilidad de poner vidas en peligro se transformó en el punto sin retorno, uno que concluye en una corte marcial.
El Motín de Caine tiene una dirección elegante por el poco reconocido Edward Dmytryk (Los Dioses Vencidos), quien realiza una soberbia dirección de actores. En la primera hora del filme se muestra la dinámica de un barco de guerra junto con las personalidades de sus principales tripulantes. Robert Francis -actor que sólo filmó cuatro filmes y que falleció en forma prematura en un accidente aéreo- nos conduce por una historia sobre la falta de lealtad. En un momento determinado, el capitán Queeg pide apoyo a sus oficiales. Sin embargo, estos prefieren quedarse con los aspectos negativos de su comandante. Es indudable que Queeg no está en sus cabales, pero tampoco se puede ignorar la forma en que es repudiado, sin ninguna oportunidad para redimirse. Fred MacMurray (Perdición) interpreta a un intelectual que siembra la duda. Es el cáncer que comienza a propagar ideas en el resto de los oficiales. También es un cobarde porque en el momento en que tiene la oportunidad de salvar al Teniente Maryk se echa para atrás. Cambia su testimonio y omite todo lo que ha sucedido en el Caine. Este es el personaje más ruin del filme, ya que no se arriesga en el momento en que se debe ser un verdadero hombre.
El punto más alto de El Motín del Caine es sin duda Humphrey Bogart, quien usualmente interpretó roles de héroes y antihéroes, de caza fortunas y también de mafiosos elegantes que se quedan con la femme fatale de turno. El capitán Queeg es uno de sus roles más notables. Es increíble lo que hace en la escena del interrogatorio en la corte marcial, ya que en cuestión de minutos pasa de ser un hombre controlado a uno que está en el límite de la paranoia. Con sus manos trata de moderar su ansiedad al jugar con dos bolas de metal, pero aquella acción no es efectiva. Finalmente, se quiebra y el jurado descubre a un hombre dañado por diversos motivos. Pudo haber actuado mal, si bien no se puede negar que es un sujeto que ha sido abandonado y traicionado por su tripulación. Esta escena es compleja y las caras de Van Johnson y de José Ferrer como el abogado defensor son abrumadoras. Estamos ante uno de los momentos más tristes del cine estadounidense de los años cincuenta.
El Motín del Caine es una película esencial, la que en el trasfondo habla de temas relevantes como la cordura de las personas que tienen mando, así como del significado de la lealtad. El productor del filme fue el cineasta Stanley Kramer, cuya obra abordó temáticas que afectan a la sociedad moderna, entre ellas, los peligros de la era nuclear (On The Beach) y las diferencias raciales (Adivina quién viene a Cenar esta Noche). El Motín del Caine es una obra que habla de la deslealtad en momentos en que se produce una falla, ya sea a nivel personal o en medio de una cadena de mando. Queeg y sus oficiales tienen la razón, a la vez que están equivocados. Es el típico relato de la vida en donde no todos son diablos o ángeles. No hay una verdad absoluta. Lo único que queda son dos momentos: el de un hombre quebrado y expuesto ante un tribunal militar, y el de una decena de oficiales celebrando una resolución para darse cuenta al final del error que han cometido. El Motín del Caine es una película que entre medio de las fanfarrias del compositor Max Steiner muestra la ruindad del hombre, en especial cuando se traicionan las confianzas. Esto lo he vivido en el mundo laboral y reconozco que a veces he sido Queeg, Maryk, Keefer y también Keith. Un trabajo descarnado sobre las contrariedades del ser humano.
Título original: The Caine Mutiny (El Motín del Caine) / Director: Edward Dmytrik / Intérpretes: Humphrey Bogart, José Ferrer, Van Johnson, Fred MacMurray, Robert Francis, May Wynn, Tom Tully, E.G. Marshall, Arthur Franz, Lee Marvin, Claude Akins, Jerry Paris, Warner Anderson, Whit Bissell, James Best, Don Anderson, Steve Brodie y Herbet Anderson / Año:1954.