Gene Roddenberry creó una saga televisiva y cinematográfica que hoy tiene millones de seguidores en todo el mundo, lo que se debe a un trasfondo cultural y filosófico en torno a una raza humana más avanzada. El universo de Star Trek se asemeja al de una Naciones Unidas efectiva, en la que hombres y mujeres de diversos planetas se han comprometido con la exploración del espacio, de sus posibilidades y del entendimiento entre especies sobre la base de una sociedad carente de materialismo. La motivación de Star Trek es la humanización del ser, el entendimiento y la paz, siempre con un enfoque altruista en medio de algunos peligros que suelen ser resueltos por la nave interestelar U.S.S Enterprise junto con una tripulación de diversas etnias y razas dispuestas a sacrificar la vida para poder restaurar el balance en el universo.

Entre las decenas de productos audiovisuales derivados de la creación de Roddenberry, en particular la serie transmitida entre 1966 y 1969, se han producido aciertos y equivocaciones. Distintas generaciones han tripulado la nave Star Trek, si bien la del capitán James T. Kirk es la más recordada y querida por los fanáticos. En los seis filmes que tuvieron, entre 1979 y 1991, el capítulo más recordado ha sido Star Trek, La Ira de Khan. La segunda película de la tripulación del Enterprise fue clave porque el filme debut de la franquicia fílmica –Star Trek, The Motion Picture– a cargo de Robert Wise (La Novicia Rebelde) de 1979 no fue todo lo que se esperaba. Era una película interesante, pero que privilegió debates metafísicos algo lejanos a una audiencia que venía embobada de los efectos especiales de La Guerra de las Galaxias (George Lucas, 1977). Por eso, Star Trek, La Ira de Khan significó una obra esencial para la sobrevivencia de la saga, lo que obligó a sus creadores a buscar aquellos mejores elementos inventados por Roddenberry en la televisión, para después integrarlos al cine.

En Star Trek, La Ira de Khan el capitán James T. Kirk (Willian Shatner), ahora Almirante, ya no es tan joven. Luce aburrido en su rol de profesor de nuevas generaciones porque en el fondo es un guerrero que sólo se siente vivo cuando explora la galaxia. Los creadores de Star Trek tenían que echar mano a aquellas mejores ideas, pero también mostrando que los protagonistas habían envejecido desde la transmisión de la serie en los años 60`. En el filme se percibe la nostalgia por el pasado, si bien fue en esta película en la que se definió el look que iba a ser permanente en el resto de las películas de la tripulación original. Esta modernización también incluyó mejores efectos digitales, el interesante score de James Horner (considerar que Jerry Goldsmith también hizo un soberbio trabajo en Star Trek, The Motion Picture y en otros capítulos como Primer Contacto) y un mejor ritmo en torno a una historia que rememora clásicos de la literatura como Moby Dick.

En Star Trek, The Motion Picture la ausencia de un villano a la altura del Capitán Kirk, el Sr. Spock (Leonard Nimoy) y el Dr. McCoy (DeForest Kelly) era evidente. Por eso, los productores ahondaron en el universo televisivo de los años 60` para encontrar un contrincante que estuviese a la altura. Fue así que dieron con Khan, quien fue interpretado por Ricardo Montalbán. Khan era un tirano de otro siglo creado a partir de la ingeniería genética de fines del siglo XX. En el episodio de la serie trató de apoderarse de la nave Enterprise, acción que no tuvo éxito hasta quedar finalmente desterrado en un planeta. En Star Trek, La Ira de Khan, la nave U.S.S Reliant en forma accidental encuentra a Khan en medio de los preparativos del proyecto Génesis que consiste en un artefacto capaz de modificar la estructura celular y evolutiva de cualquier planeta.

Star Trek, La Ira de Khan es lo más parecido al duelo entre dos capitanes de barcos, pero en el espacio. El realizador Nicholas Meyer tuvo la difícil misión de aplicar las correcciones pertinentes para asegurar la continuidad de la franquicia. Meyer tenía como antecedente Time After Time, filme de culto sobre viajes en el tiempo entre Jack, El Destripador y H. G. Wells. Posteriormente, estuvo a cargo del filme televisivo El Día Después y también de otro buen capítulo de la tripulación clásica de Viaje a las Estrellas: Star Trek, The Undiscovery Country (1991). Con Star Trek, La Ira de Khan dejó la vara muy alta porque la película incorporó varios momentos notables. Primero, Khan con su sed de venganza al estilo Capitán Ahab de Moby Dick. A ello se suma las connotaciones shakesperianas de Ricardo Montalbán, cuya exageración dotó al duelo con el capitán Kirk de una connotación más trágica, más existencialista. También estaba el factor Génesis, la idea de un arma capaz de crear vida o destruirla. Finalmente, estaba la estrecha relación entre el capitán Kirk y el Sr. Spock, amistad que refleja la lealtad y aprecio entre dos personas que han sacrificado familia y vida personal por un bien superior como lo es la exploración del espacio.

Star Trek, La Ira de Khan tiene momentos inolvidables en torno a batallas muy bien logradas a nivel técnico. Hay suspenso y tanto Kirk como Khan se levantan como verdaderos titanes en una lucha épica entre el bien y el mal. Como nota personal quiero detenerme en el sacrificio de Spock. Leonard Nimoy a partir de ciertos gestos -como acomodarse el uniforme cuando se pone de pie- se apropia del rol del vulcano que lo haría célebre. Cuando encara a la muerte en sus últimos momentos con Kirk, con William Shatner, estamos ante un momento de solemnidad, de genuino amor y aprecio por su amigo y tripulación. Sus palabras finales “larga vida y prosperidad” calan hondo. Cada vez que veo esta escena me emociono hasta las lágrimas porque estamos ante el instante más genuino entre un capitán y su amigo de confianza. Este momento eleva al filme de Nicholas Meyer hacia una connotación trascendental y exquisitamente de rasgos literarios.

Después de Star Trek, La Ira de Khan vinieron otros filmes como La Búsqueda de Spock, The Vogage Home, La Última Frontera o los filmes de la generación del capitán Jan Luc Pickard (Patrick Stewart), siendo el más logrado Star Trek, Primer Contacto. También está el universo Star Trek liderado por J.J. Abrams (con su versión 2.0 de Kahn en Into Darkness). Sin embargo, Star Trek, La Ira de Kahn continúa siendo mi película favorita, quizá el capítulo más entrañable de la saga creada por Gene Roddenberry. Suelo volver a este “inmensa” película por sus propuestas, por el punto de inflexión que significó en los años 80` para el universo de Viaje a las Estrellas y también porque nunca olvidaré la verborrea operática de Khan, el liderazgo de Kirk, las bromas del Dr. McCoy, la racionalidad y sacrificio del Sr. Spock y porque se trata de una película que muestra al espacio como un lugar sorprendente y sin límites.

Título original: Star Trek II: The Wrath of Khan (Viaje a las Estrellas II: La Ira de Kahn) / Director: Nicholas Meyer / Intérpretes: William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelly, James Doohan, Walter Koenig, George Takei, Nichelle Nichols, Bibi Besch, Merrit Butrick, Paul Winfield, Kristie Alley y Ricardo Montalban / Año: 1982.