Hace algunos meses comenté Los Cañones de Navarone, uno de los filmes claves de J. Lee Thompson, cineasta británico que también demostró oficio en la cinta Cabo de Miedo versión 1962. Lamentablemente este director perdió un poco el norte en los años 80` con algunas películas para The Cannon Group, Inc. (Death Wish 4: The Crackdown, Allan Quatermaid y Las Minas del Rey Salomón). Sin embargo, a mediados de los años 70 estrenó La Reencarnación de Peter Proud, una muy estimable película de corte sobrenatural. La película, basada en la novela homónima de Max Ehrlich, muestra la historia del profesor Proud (Michael Sarrazin) y sus problemas para dormir. Las pesadillas de este hombre común y corriente se vinculan con imágenes sin sentido en torno a un hombre y una mujer en lo que parece ser la década de los años 40. Lo peor del sueño es que éste termina en forma abrupta con lo que parece ser un asesinato. Proud, a partir de estos extraños sueños, comienza a experimentar dolores en su cuerpo sin causa aparente junto con una omnipresente sensación de angustia. Esto porque las pesadillas son demasiados reales, las que se vinculan con sensaciones de placer, rabia, nostalgia y miedo.

El filme de Thompson plantea el tema de la reencarnación, es decir, la posibilidad de un sentido de vida más trascendental que se vincula con vidas pasadas. Este tema se ha discutido bastante en la actualidad, pero en la década de los años 70 era una novedad que produjo decenas de libros y también películas. En 1977 el cineasta Robert Wise (La Novicia Rebelde) estrenó Las Dos Vidas de Audrey Rose junto a un joven Anthony Hopkins. Un año más tarde fue el turno de Warren Beatty, quien protagonizó y codirigió El Cielo Puede Esperar. La primera era de corte fantástico, más alineada al terror psicológico. En cambio, el filme de Beatty privilegiaba la comedia de corte existencialista. Estas obras tocaban el tópico de las vidas pasadas, pero se podría decir que la Reencarnación de Peter Proud fue el ejemplo más logrado sobre este tema. La película de Thompson se aleja tanto del terror como de la comedia, ya que su terreno corresponde al de la intriga. Estamos ante el ámbito de las posibilidades. Proud se somete a estudios clínicos, a hipnosis, pero el destino lo conduce hacia un evidente destino. Pareciera ser que en la película no existen coincidencias, sino un determinismo acérrimo en la vida que bien podría relacionarse con aquellos estados emocionales que surgen sin razón aparente.

La Reencarnación de Peter Proud presenta un misterio, la resolución de un rompecabezas de imágenes sin sentido. Es interesante cómo el cineasta J. Lee Thompson muestra el descubrimiento de Proud sobre su vida pasada, desde su hogar de la infancia hasta la tumba. Lo más llamativo es hasta que punto Proud comienza a tomar consciencia de aquellos recuerdos y experiencias. Los acepta y los comprende, para luego desvincularse nuevamente de ellos. Se reencuentra con quien fue su hija, su ex mujer y asesina, también con su madre y con todo lo que fue su identidad previa. Lo curioso es que la tragedia de su vida pasada vuelve a repetirse de alguna forma. Antes era un sujeto mujeriego y egoísta, aspectos que se repiten con la fascinación que siente por su hija ya adulta (Jennifer O`Neill), lo que comunica entre líneas otra idea que es el incesto y si éste es válido o no en relación a una nueva vida.

La Reencarnación de Peter Proud es una obra compleja en el subtexto. Planteó ideas muy llamativas para los años 70`, algo transgresoras también. Desde otro punto de vista, los espectadores no enfrentamos a una historia que se sustenta en la nostalgia. Quizá, en algunas situaciones, la revelación de una vida pasada puede transformarse en una experiencia demasiado triste e innecesaria o bien en una suerte de Caja de Pandora. A Peter Proud le sale caro su confrontación con el pasado. Hasta cierto punto los pecados se vuelen a repetir, en mayor o menor grado, y quizá por eso terminamos volviendo en otro cuerpo a la vida terrenal que en ocasiones nos agobia sin entender las causas. Estamos ante una película muy interesante, arriesgada para 1975 y que privilegió un relato bien contado gracias a las notables interpretaciones de Michael Sarrazin (They Shoot Horses, Don`t They?), Jennifer O´Neil (Verano del 42`, The Psychic) y al talento poco valorado de Margot Kidder, quien fue mucho más que Lois Lane en Superman (Richard Donner, 1978) y sus secuelas. Mención aparte para el sugerente score del filme, que en esta oportunidad fue compuesto por el siempre original Jerry Goldsmith.

Título original: The Reincarnation of Peter Proud (La Reencarnación de Peter Proud) / Director: J. Lee Thompson / Intérpretes: Michael Sarrazin, Jennifer O`Neill, Margot Kidder, Cornelia Sharpe y Paul Hecht / Año: 1975.