Ethan Hawke interpreta al reverendo Ernst Toller, guía espiritual desgastado por el pasado y por un presente y futuro que no parecen entregar el consuelo y respuestas que tanto él como sus feligreses están buscando. El día a día de este hombre de palabras precisas, pero también de vacío interno son tediosas. Su principal tarea es la de ser custodio de una iglesia que está a días de cumplir los 250 años de antigüedad. Su congregación es acotada, imparte misa, acompaña a hombres y mujeres en sus problemas espirituales y, casi siempre, le toca ser guía turístico de una construcción que en su arquitectura de color blanco es anodina. En medio de esta repetición de hechos y acciones es que decide escribir un diario de vida, cuya finalidad es exorcizar sus pensamientos, buenos o malos, y también aquellos que supuestamente corresponden a un representante de Dios. El reverendo Toller es reflexivo, apático y controlado en sus sentimientos. Sin embargo, Mary (Amanda Seyfried), una joven embarazada se acerca a él porque necesita palabras de consuelo para su marido, un activista medioambiental que hace mucho tiempo dejó de verle sentido al mundo, a la religión y, en definitiva, a cualquier propósito del ser humano sobre la tierra.

El cineasta Paul Schrader siempre ha sido uno de los autores más interesantes de Estados Unidos, en especial por su visión y obsesiones en torno a la pugna entre el ser humano y la religión. Tuvo una infancia intensa en torno a principios de la fe calvinista que lo llevaron a cuestionarse los pesares del hombre ante creencias que suelen promover sentimientos y estados como la culpabilidad, la resignación y las contradicciones de credos que en el plano de la fe suelen ser contradictorios en relación a la vida terrenal. En First Reformed repite los tópicos que han estado presente en su filmografía, pero esta vez los ensancha un poco más al tener en cuenta que Schrader ya es un sujeto de más de 70 años que ha visto cómo ha cambiado el mundo, desde los idealismos hasta llegar a un punto de inflexión y en una época en que instituciones como la Iglesia o lugares como Hollywood suelen estar más cuestionados que nunca. En su último filme, Schrader muestra que casi no hay respuestas y que la humanidad continúa devorándose a sí misma en una forma cada vez más rápida e inimaginable.

El reverendo Ernst Toller en algún momento de su vida fue un padre de familia y también un defensor del patriotismo y los valores del american way of life. Finalmente, lo perdió todo y lo único que le quedó fueron más cuestionamientos que lo acechan en la noche, a la vez que bebe intensas copas de alcohol en compañía de sus solitarios pensamientos. El suicidio del marido activista de la mujer que le pide ayude se transforma en un catalizador sobre la base de ideas que podrían ser mucho más trascendentales que las parábolas. El reverendo Toller descubre en su malogrado feligrés una aproximación al sentido que buscaba. En su nueva travesía espiritual también comienza a tomar consciencia de los poderes e influencias empresariales, y que en una intensa escena en una café demuestran que también son capaces de silenciar a la Iglesia. Es así que Toller comienza a experimentar una suerte de hastío, un dolor que se conecta con sus entrañas, con un cuerpo que da indicios de una enfermedad que parece grave.

Paul Schrader en su rol de guionista en filmes como Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976) o La Costa Mosquito (Peter Weir, 1986), y en películas como Desenfocado (ver crítica) y Affliction (1997) habla fuerte y claro sobre el extravío del ser humano entre el deber ser de restrictivas creencias o la liberación, violenta o no, que nos permite llegar a un estado de tranquilidad. El cine de Schrader es la culpa y también la redención, una que no siempre está presente en los evangelios. Su visión del mundo es dolorosa y en ocasiones tortuosa. El reverendo Toller sufre en sus silencios. Es un sujeto cansado y que en la figura de Mary acepta su propia redención que podría ser entendida como la recuperación de su capacidad para amar genuinamente al prójimo.

First Reformed es una de las obras más logradas de Schrader desde hace mucho tiempo, a la vez que presenciamos el talento de un Ethan Hawke maduro y complejo, lejos de sus reconocidos roles como ídolo juvenil en películas de corte independiente como Antes del Amanecer y Generación X o de filmes familiares como Colmillo Blanco. Su interpretación es implacable, precisa y contenida. Su rostro refleja dolor y una intensa amargura.

La última obra de Schrader es una obra implacable que demuestra la intensidad de las faltas morales de instituciones e individuos que han perdido no sólo credibilidad, sino también la claridad sobre aquellas cosas que sí importan. Es un filme que no pretende tener todas las respuestas, si bien plantea las preguntas necesarias y otras que, en nuestras pequeñas, anodinas y frívolas vidas, extraviamos o que por comodidad preferimos olvidar.

Título original: First Reformed (También conocida como El Reverendo) / Director: Paul Schrader / Intérpretes: Ethan Hawke, Amanda Seyfried y Cedric Kyles / Año: 2017.