Mucho antes que Oliver Stone alcanzara la gloria con Pelotón y Nacido el 4 de Julio, o que nos conmoviera con aquella epopeya sobre la búsqueda de la verdad que fue JFK, o que se extraviara con Alexander y con obras más convencionales como World Trade Center y Snowden; Stone comenzó su carrera como cineasta en filmes de terror. Su primera película fue Seizure en 1974, obra que no tuvo mucha repercusión. Sin embargo, el éxito que significó El Expreso de Medianoche fue el momento que definió la carrera del director de Asesinos por Naturaleza. Gracias al filme de Alan Parker, Stone obtuvo el Oscar a Mejor Guion Adaptado en 1978. Este hecho le abrió las puertas para volver a dirigir y lo hizo con una película de género bastante convencional en apariencia.
Cuando hablamos de Oliver Stone, The Hand es una película que usualmente no se nombra o muy poco. El filme muestra la historia de Jonathan Lansdale (Michael Caine), célebre caricaturista y creador de Mandro, personaje que fue la inspiración de Conan, El Bárbaro (y que bajo la dirección de John Milius también involucró a Stone en la creación del guion). En The Hand, Jonathan Lansdale pierde su mano derecha en un horrible accidente de tránsito en medio de una discusión con su señora. La escena es brutal, la que además se anticipa en los primeros minutos del filme con la escena de la cola de una lagartija cortada.
Lansdale queda manco y su vida da un giro en 180 grados. Producto de su mal temperamento comienza a distanciarse de su señora, a la vez que no acepta la idea de no volver a dibujar las aventuras de Mandro. Es un hombre con furia en las entrañas, frustrado por su nueva condición y que vive en un mundo de mujeres que le produce un permanente estado de desconfianza.
El cine de Oliver Stone es en su mayoría es político, el cual suele denunciar la corrupción de Washington, la manipulación de los poderes fácticos contra la sociedad civil, la idolatría por la fama y la violencia, la perdida de la inocencia, la deshumanización del exitismo y la paranoia contra todo lo que nos rodea. Se podría decir que en una primera visualización The Hand carece de estos elementos, lo que es una idea totalmente equivocada. Esto porque el personaje de Jonathan Lansdale vive en permanente desconfianza en relación a su mujer, su jefa, sus colaboradores y también amante. Estamos ante un sujeto frustrado, cuya rabia anida en su alma y se proyecta en lo imposible. Lo vemos pensando en dónde estará la mano cercenada que nunca pudieron encontrar. A partir de sueños piensa en su mano derecha y en cómo esta cobra vida. La ve moviéndose en el pasto, en los rincones de su casa y cometiendo actos violentos sin control aparente.
Oliver Stone juega con la idea de una mano con vida propia y que no es más que la extensión de las frustraciones del protagonista de la historia. En ocasiones pensamos que se trata de una mera fantasía, de situaciones irreales e imposibles, pero también nos abrimos a determinadas opciones que escapan de cualquier raciocinio. Jonathan Lansdale está rodeado de mujeres que lo frustran no sólo sexualmente, sino también como individuo. Finalmente, su mano extraviada hace lo que no puede hacer en vida.
El filme tiene interesantes simbolismos y la caracterización de Michael Caine es más que aceptable. En los años 60 y primeros años de los 70 fue un referente del cine americano y europeo (Alfie, The Italian Job, The Ipcress File, Get Carter, Sleuth, El Hombre que quería ser Rey). Sin embargo, hubo una época en que filmó películas muy lamentables como The Swarm, Ashanti y The Island, si bien después pudo recuperar el tiempo perdido con otros notables papeles en Mona Lisa, Vestida para Matar y Hannah y sus Hermanas. Algunos críticos y espectadoras han considerado a The Hand como una película insignificante. Pienso todo lo contrario porque se trata de una obra que muestra en forma incipiente los intereses de Oliver Stone como cineasta y que además tiene algunas conexiones visuales con sus experiencias en la Guerra de Vietnam. Además, Michael Caine se cree el cuento y la historia de Lansdale. Estamos ante una obra que habla del control, de la sexualidad del hombre cuando es vulnerada y también del poder sugestivo de la rabia.
Siempre he valorado el cine político y social de Stone, uno de los cineastas que más ha cuestionado el estilo de vida americano, pero debo decir que cada cierto tiempo suelo volver a The Hand porque es una película que tiene varias lecturas. Es innegable que en ocasiones pareciera ser que vemos un pastiche visual integrado por diversas ideas (y con un final poco acertado), pero no se puede negar que se trata de una obra interesante y que merece ser revisada tanto por cinéfilos como por espectadores. The Hand en sus escenas no produce terror, pero sí las ideas que plantea, en especial, aquella de una mano que actúa a partir de nuestros más perversos y amorales deseos. Como suele ser habitual es mis comentarios, destaco también el score de un jovencito James Horner.
Título original: The Hand (La Mano) / Director: Oliver Stone / Intérpretes: Michael Caine, Andrea Marcovicci, Annie McEnroe, Bruce McGill y Viveca Lindfors / Año: 1981.