John Heard falleció en 2017 y en la mayoría de los tributos televisivos y en medios de prensa lo vincularon a su rol del padre de Kevin McCallister en Mi Pobre Angelito (Home Alone). Cada vez que veía este tipo de homenajes me daba un poco de rabia porque me parecía demasiado simplista y también facilista. Esto porque Heard tuvo otros importantes papeles en pantalla. Fue un gran actor de carácter, ya sea en superproducciones como Snake Eyes de Brian De Palma o en productos de terror de culto como C.H.U.D. Heard tenía presencia, una voz muy particular y la mayoría de sus interpretaciones correspondían a la de un hombre derrotado, cansado y sarcástico. Los intérpretes de carácter generalmente tienen muchos roles, pero siempre hay uno, dos o tres que suelen transformarse en sus principales logros. En el caso de Heard su gran papel fue el de Alex Cutter en el filme El Camino de Cutter del director checoslovaco Ivan Passer.
El Camino de Cutter es uno de los filmes más importantes de los primeros años de la década del 80` en Estados Unidos, ya que lo protagonizan dos hombres que representan el sentir de una nación todavía recuperándose del desastre de la Guerra de Vietnam. Alex Cutter es un veterano cojo, tuerto y malas pulgas. Simboliza el desencanto de un hombre que lo dio todo por su nación, alma y cuerpo, y que después de la batalla se encuentra en medio de una sociedad que le rinde culto a la belleza, a la superficialidad y a los poderosos. El Camino de Cutter es una obra sobre el desencanto de una América que frente a los problemas prefiere mirar hacia otro lado, y eso es lo que sucede cuando el amigo de Cutter, Richard Bone (Jeff Bridges), es el único testigo del crimen de una mujer a manos de uno de los hombres más poderosos de la ciudad de Santa Bárbara, en California.
Bone vende barcos y también es un gigolo, es decir, un sujeto que vive el momento. No tiene principios muy definidos, a la vez que su única preocupación es su amigo Cutter. Cuando es tratado por la policía como el único sospechoso de un crimen, éste prefiere huir y evitar el tema hasta que en un desfile identifica al posible autor de sus pesares. Alex Cutter siempre está borracho, pero aún en dicha dejadez tiene claro la diferencia entre el bien y el mal. A Cutter le molesta la impunidad como también la inercia de su amigo, a quien presiona para descifrar el asesinato de una joven que a pocos o a nadie le importa.
Ivan Passer agrega otros subtextos a su filme, los que se vinculan con la indiferencia social. Richard Bone también simboliza aquellos norteamericanos que miran con vergüenza el resultado de Vietnam, que no desean ver más allá y menos honrar a los caídos. Prácticamente, está sólo. Lo ven como un alcohólico, pero que siempre dice la verdad, ya sea con sarcasmo y con las palabras precisas. Bone poco o nada se inmuta. En el fondo es un cobarde acomodado que vive el día, mientras que su amigo se ahoga en vicios sabiendo que pocas veces se presenta la oportunidad para modificar el desorden moral de la sociedad en que vive.
La interpretación de John Heard es entrañable, sobre todo, en los momentos en que hace estallar su rabia contenida. Desde su situación debería encarnar la negatividad. Sin embargo, es valiente y todo le importa un carajo. En cambio, Richard Bone recién se decidirá a recorrer el camino de los héroes cuando es tarde, si bien al final consigue redimir su falta de atención. Alex Cutter no es santo o mártir que viene a pregonar la esencia de la vida, sino sólo a dejar en claro que es lo que está bien y que es lo que está mal en el mundo que le rodea.
El Camino de Cutter es un filme crudo. Sus escenas hablan tanto del dolor físico como de la culpa, quizá también la de una nación que le dio la espalda durante muchos años a los veteranos de la Guerra de Vietnam (ojo con la escena de Bridges y Heard en una competencia de polo). En El Francotirador de Michael Cimino se hablaba de la pérdida de la inocencia, en la disociación social de un hombre y en la destrucción de las familias norteamericanas de clase media. Se trataba de una epopeya desde la escala emocional. En cambio, El Camino de Cutter también habla de Vietnam, pero es más intimista. Gran parte de su discurso se sustenta en la impunidad de los poderosos y de la capacidad de los héroes comunes y desconocidos para ponerles freno. Ivan Passer dirigió varios trabajos, siendo el más destacado la incomprendida Creator con Peter O`Toole. El Camino de Cutter es, sin duda, su principal obra y también la de John Heard, a quien nunca olvidaremos montado en un caballo con la furia de Alex Cutter, gritando y sacrificándose por todos nosotros, sin que nadie se lo hubiese pedido. La escena final del filme es brutal y emocionante con un Richard Bone que finalmente consigue comprender los ideales de su amigo, a la vez que decide por primera vez arriesgarlo todo. El Camino de Cutter es un título obligado para los cinéfilos que a veces se ahogan entre tanto cine contemporáneo, olvidándose del pasado y de grandes películas como la aquí comentada. ¡Imperdible y esencial!
Título original: Cutter`s Way (El Camino de Cutter) / Director: Ivan Passer / Intérpretes: John Heard, Jeff Bridges, Lisa Eichhorn, Stephen Elliott, Arthur Rosenberg, Nina Van Pallandt y Ann Dusenberry / Año: 1981.