Hace tiempo que tenía ganas de comentar sobre esta serie que a principio de los 90` contribuyó al origen de nuevas pautas en la forma de hacer televisión en Estados Unidos. y en el resto del mundo. Twin Peaks apenas tuvo dos temporadas en su origen, pero su trama y personajes causaron mucho revuelo en cada país en que se exhibió. Algunas razones de dicho éxito están en el director David Lynch y en el productor Mark Frost, y también en una historia que constantemente desafiaba el entendimiento de los espectadores.
Twin Peaks comenzaba con el hallazgo del cuerpo sin vida de Laura Palmer, la muchacha más popular del pueblo y objeto de deseo de muchas personas. Esta es una serie que toma la premisa argumental de Clue, aquel popular juego de salón en donde los participantes deben descubrir la identidad del asesino. La diferencia está en que en Twin Peaks pareciera ser que todos sus habitantes son potenciales homicidas, más aún al mostrar sus excentricidades y obsesiones. Estamos ante el universo lyncheano, cuyas raíces se sustentan principalmente en Terciopelo azul (Blue Velvet, 1986), y que básicamente responde a la idea de que la maldad se encuentra en forma contenida en el ser humano.
Twin Peaks fue y es en parte Lynch, pero el otro 50% está en el carisma del agente especial del FBI, Dale Copper, quien es interpretado por un espectacular Kyle MacLachlan. El actor se muestra serio cuando lo debe ser y en él habita el método deductivo de Sherlock Holmes, a la vez que le imprime a su personaje excentricidad y encanto. MacLachlan realiza el papel de su vida, además de un rol atípico para el ámbito televisivo de aquellos años, sentando las bases para otros personajes como el agente Fox Mulder de David Duchovny en Los Archivos Secretos X y la sobrenaturalidad de Frank Black en Millennium, ambas series de Chris Carter.
Otro de los elementos inconfundibles de Twin Peaks es el score de Angelo Badalamenti. La cadencia jazzística y la sensualidad de sus ritmos transmite esa sensación de estar frente a los mejores elementos del film noir, a la vez que contribuye en la puesta en escena de algunos espacios ajenos a toda lógica que colindan con nuestra realidad. David Lynch tuvo la osadía de introducir evocaciones de sueños que hacían todavía más inquietante esta serie. En cierta medida, consiguió televisar su filmografía para una audiencia masiva y hasta ese entonces lejana hacia este tipo de productos audiovisuales.
Todos los personajes de la serie son enigmáticos y misteriosos. Lo interesante es que Lynch incorporó elementos narrativos de las teleseries estadounidenses, las que podían extenderse por décadas. Adaptó un tipo de género televisivo y lo dio vuelta, burlándose de paso de la necesidad hipnótica de espectadores con alma de voyeristas dispuestos a seguir, capítulo a capítulo, la vida de los personajes que se presentan en pantalla.
Twin Peaks es el misterio, la excentricidad y la dualidad del hombre, y el antecedente directo de las mencionadas Los Archivos Secretos X, Millennium y Lost, entre otras series. La propuesta de Lynch tuvo una corta vida, ya que el secreto en torno a Laura Palmer fue revelado en la mitad de la segunda temporada. Luego, la serie exageró en toques de comedia hasta un brillante final en donde el agente Cooper sucumbe ante las fuerzas oscuras del bosque de un pueblo demasiado atípico e inolvidable.
Sólo 30 capítulos, una precuela en formato cine -Fire Walk With Me-, y una tercera temporada más de 25 años después es el legado de Twin Peaks, cuya síntesis y moraleja se puede resumir en la introducción de cada capítulo a cargo de La Dama del Tronco (la que sólo puede ser vista en las ediciones en formato DVD y Blu Ray). Probablemente, éste era el personaje más cuerdo de la serie, cuyas palabras permiten dilucidar las luces y sombras que David Lynch nos ha mostrado a lo largo de toda su filmografía. Los mensajes de La Dama del Tronco tenían la osadía de adelantar el objetivo de cada capítulo, además de los mensajes encriptados de Lynch a lo largo de toda la serie.
Twin Peaks es una obra de culto e imperdible que aún nos sigue provocando. En 2018 las redes sociales estuvieron literalmente en llamas por el estreno de la tercera temporada de la serie, en donde la mayoría del elenco original retomó sus personajes. La cadena televisiva Showbiz estrenó el nuevo ciclo luego de 27 años desde el último capítulo de la segunda temporada. Sin duda se trató de un acontecimiento mundial por medio de 18 episodios dirigidos por el propio Lynch, quien al retomar la serie cumplió las palabras que vaticinó Laura Palmer en uno de los sueños del agente Cooper, cuando le dice a éste que volverá a verla 25 años más tarde.
Los Archivos Secretos X es mi serie favorita por diversas razones que indicaré en otro comentario, pero Twin Peaks ha sido una obsesión permanente. Siempre he sentido un placer por la excentricidad y, en cierto sentido, tengo un genuino cariño por casi todos los personajes de la serie. Prácticamente, me los sé de memoria y disfruto con cada uno de sus comentarios, gestos y secretos. La serie de David Lynch es un producto brillante en concepción y en formalidad, y también una lección sobre las luces y sombras de los habitantes de cualquier pueblo…de cualquier parte.
Título: Twin Peaks / Creadores: David Lynch y Mark Frost / Directores: David Lynch, Lesli Linka Glatter, Todd Holland y otros / Intérpretes: Kyle MacLachlan, Michael Ontkean, Mädchen Amick, Dana Ashbrook, Richard Beymer, Lara Flynn Boyle, Sherilyn Fenn, James Marshall, Sheryl Lee, Grace Zabriskie, Ray Wise, Miguel Ferrer, Russ Tamblyn, Piper Laurie, Joan Chen, James Marshall, Jack Nance, David Duchovny, Michael Horse y Peggy Lipton / Año: 1990-1991.