Es una experiencia extraña el admirar The Cotton Club en 2021. Han pasado más de 35 años desde el estreno del filme y todavía se siente fresco, estimulante e innovador. Sin embargo, la sensación más fuerte que tuve al ver el filme fue de nostalgia. En pantalla veía a intérpretes que ya no están con nosotros, el talento de Gregory Hines para el baile, la presencia de Bob Hoskins, la simpatía de Allen Garfield, la voz de Fred Gwynne y el carisma de actores como Julian Beck (el reverendo Kane de Poltergeist II) y de John P. Ryan. Todos estos talentos lamentablemente ya pasaron a mejor vida, mientras que todavía se mantienen vigentes Richard Gere, James Remar, Diane Lane, Nicolas Cage y Laurence Fishburne.

La película de Francis Ford Coppola fue un intento por resucitar su carrera allá por 1984, luego del desastre financiero de One From The Heart. Y las posibilidades eran enormes, en especial al contar conRobert Evans en el rol de productor. Pero Hollywood es impredecible y la historia de unos músicos y mafiosos a fines de la década del 20 y principios de los años 30 no cuajó del todo. Se creyó que la película iba a obtener muchos premios Oscar, pero el resultado no pudo alcanzar las expectativas. Es así que los años 80 fueron de dulce y agraz para Coppola, quien exploró otras ideas y obsesiones con Peggy Sue Got Married,, Jardines de Piedra y Tucker: The Man and his Dream, para recién en los 90 reencontrase con el éxito de El Padrino III y, en especial, de Bram Stoker`s Dracula. Toda esta travesía fílmica se sustentó principalmente a partir de los problemas económicos de la productora de Copolla, American Zoetrope. Se podría decir que el cineasta estuvo durante una década en una posición intermedia entre cine de autor y obras por encargo, si bien siempre se comprometió con la realización de cualquier tipo de trabajo.

Ahora bien, volviendo a The Cotton Club, sin duda estamos ante una obra que podría considerarse un homenaje al cine musical y de gangsters de los años 30, época en donde nombres como James Cagney y Gloria Swanson eran parte de la realeza artística. El filme de Coppola sigue al trompetista Dixie Dwyer (Richard Gere), quien se convierte en el hombre de confianza de Dutch Schultz (James Remar), villano que asola las calles de Harlem con violencia y mucho temperamento. En el proceso se enamora de Vera Cicero (Diane Lane), a la vez que comienza a consolidarse como una nueva promesa de Hollywood. Básicamente, la película de Coppola habla de ascensos y descensos, de la búsqueda de poder y de notoriedad, siempre en torno a un club de moda, el The Cotton Club, en donde personas blancas y afroamericanas olvidan en parte sus diferencias raciales para concentrarse en excesos, licor, sexualidad y las más grandiosas rutinas de baile que se han visto en pantalla. Además, The Cotton Club se inspiró en las historias del club homónimo de aquellos años, un lugar de encuentro en donde la criminalidad operaba.

Hay aspectos muy interesantes en el filme, entre ellos, el ver a James Remar como antagonista. El intérprete prometía mucho en aquella época, si bien algunas polémicas posteriores con el abuso de drogas afectaron su carrera (fue despedido de Aliens de James Cameron). El actor impone carisma al igual que Gregory Hines, quien muestra en pantalla logradas rutinas de tap. En The Cotton Club se respira jazz, pero también es el espacio de una estratificación social en torno a puestos de poder, así como de personajes a veces algo caricaturescos, pero también fáciles de identificar. En la trilogía de El Padrino, Coppola abordó la cultura italoamericana, el concepto de la familia y la gestión del poder. Sin duda, se trató de una fábula sobre Estados Unidos y de sus cimientos sociales, políticos y económicos. The Cotton Club es más ligera y también episódica, pero tiene que ser abordada como un homenaje a una época clave en la música y el cine, y en medio de los tiempos de la prohibición y de la depresión económica de 1929.

Años después del estreno, Francis Ford Coppola lanzó una versión de tres horas de The Cotton Club. Yo vi la versión convencional de más de dos horas y quedé con ganas de haber visto más. Aún así, la obra de Coppola demuestra su talento cuando tiene por delante relatos que tienen cierta característica épica, con grandes escenarios y una acertada dirección de actores. También es una obra que nos permite admirar el talento de artistas que ya no están con nosotros, pero que seguirán presente en pantalla. Francis Ford Coppola siempre será uno de los principales realizadores-autores de Estados Unidos. Sus últimos años han colindado más con el cine experimental (Tetro, Twixt), pero todavía tengo la esperanza de poder ver un nuevo trabajo, algo tan disruptivo como lo fue Apocalypse Now, El Padrino I y II y La Conversación. The Cotton Club no es una obra maestra como las citadas, pero sí es entretenimiento y escapismo de primer nivel.

Título original: The Cotton Club / Director: Francis Ford Coppola / Intérpretes: Richard Gere, James Remar, Diane Lane, Nicolas Cage, Lawrence Fishburne, Gregory Hines, Bob Hoskins, Allen Garfield, Fred Gwynne, Julian Beck, John P. Ryan, Lonette McKee y Tom Waits / Año: 1984.