1994 fue el año en que Jim Carrey saltó a la fama mundial con cuatro comedias: Ace Ventura, La Máscara y Dumb and Dumber. Recuerdo muy bien ese año y las noticias sobre el actor. Los medios especializados lo presentaban como el actor cómico del momento, la nueva lumbrera de la comedia estadounidense (aunque Carrey es realmente de nacionalidad canadiense), como antes lo fue Bill Murray, Chevy Chase, Dan Akroyd, John Belushi o John Candy. Después vinieron roles en Batman Forever, Mentiroso Mentiroso, The Cable Guy y otros filmes que podrían catalogarse como un tipo de humor absurdo, escatológico y exagerado. Sin embargo, las muecas de Carrey hace más de una década eran conocidas, especialmente en talk shows y en algunas apariciones cinematográficas como Peggy Sue, Su Pasado la Espera de Francis Ford Coppola, el inadvertido protagónico de Once Bitten, y como parte del casting del show In Living Color. Lo cierto es que las imitaciones, muecas y la comedia física de Carrey recién obtuvieron la fama a mediados de los noventa, lo que le permitió avanzar hacia filmes con más sustancia y también más desafiantes.
En la otra vereda está Andy Kaufman, cómico excéntrico que empezó a destacar a fines de los años 70 en shows televisivos como Taxi, con el personaja de Latka Gavras. También fue invitado recurrente de talk shows junto a nombres como David Letterman y el legendario Johnny Carson. Su estilo de comedia usualmente producía incomodidad entre el público. Era el humor del absurdo a través de la lucha cuerpo a cuerpo contra mujeres, cantos e imitaciones, todo esto incluyendo a Tony Clifton, una suerte de alter ego gritón, misógeno, violento y mal educado. El talento de Kaufman llegó hasta Saturday Night Live. Finalmente, cuando estuvo en su máximo apogeo un cáncer fulminante truncó su carrera, falleciendo a la edad de 35 años en 1984.
Carrey conocía muy bien a Andy Kaufman, admiraba su estilo de humor y a fines de los años noventa comenzaron algunos rumores sobre un biopic acerca de su vida. En dicha década Carrey se hizo mundialmente conocido, pero también estaba un poco hastiado de no ser tomado en serio como intérprete hasta que llegó The Truman Show de la mano del cineasta australiano Peter Weir. Cuando rodó dicho filme vino la oportunidad que esperaba con Man on The Moon, proyecto liderado por el director checoslovaco Milos Forman, reputado autor de películas como Atrapado Sin Salida, Amadeus, Hair y Ragtime. El nombre de este título también era una referencia a la canción homónima del grupo estadounidense R.E.M., estrenada en 1992 y que el vocalista Michael Stipe creó como un homenaje a Andy Kaufman.
El documental Jim & Andy: The Great Beyond de Chris Smith (The Yes Men), y con producción de Spike Jonze, muestra el proceso creativo de Jim Carrey para interpretar a Andy Kaufman, a partir de material audiovisual que nunca se había dado a conocer de manera pública. Cientos de grabaciones muestran cómo Carrey se interiorizó tanto en la vida de Kaufman, hasta el punto de representarlo fuera del set. En imágenes podemos ver los excesos del actor hacia sus compañeros y el propio Forman, quien comprendió el valor de la propuesta interpretativa de Carrey. Y el resultado es impresionante. He visto una extensa cantidad de documentales sobre el proceso creativo de intérpretes, ya sea del cine clásico, moderno o bien de leyendas del cine, pero nunca algo como esto. Realmente, Jim Carrey reencarnó al difunto Andy Kaufman, no sólo en el apartado físico, sino también en el psíquico. Familiares y ex colaboradores de Kaufman no podían creer lo que estaban viendo, una transformación casi enfermiza, imposible, pero también muy verosímil. Para la película, Carrey buscó ser Kaufman, pensó como él y vivió la vida en sus terminos para poder mostrar su genio al mundo.
Siempre he considerado a Carrey una fuerza interpretativa. Me río siempre de sus roles cómicos, en unos más que otros. Y también creo que es un gran actor dramático por las citadas The Truman Show, Man on the Moon y por Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdo. Por otro lado, en algunas de sus entrevistas se puede apreciar que es un sujeto muy complejo, con muchos demonios y angustias personales. El parangón con Andy Kaufman es indiscutible. Lo interesante también de Jim & Andy: The Great Beyond es que por medio de entrevistas el protagonista de Kidding nos revela sus preocupaciones intelectuales, son concepción del humor, y su noción acerca de la fama y la aceptación de parte del público. El documental nos muestra las historias personales de Carrey y de Kaufman hasta que éstas se unen con una extraña sensación de normalidad en la película de Milos Forman.
Jim & Andy: The Great Beyond es una obra que sorprende por su honestidad y por la genialidad de Jim Carrey, cuyo talento trasciende a la mera reinterpretatición de una persona muerta. Los espectadores quedarán con ganas de ver el trabajo tanto de Carrey como de Kaufman, y también con aquella extraña sensación de cuando la realidad supera cualquier tipo de ficción. Un testimonial sobre el arte, la actuación y el poder de la creatividad totalmente imperdible. Disponible en Netflix.
Título original: de Jim & Andy: The Great Beyond / Director: Chris Smith / Año: 2017.