El maestro Georges Lopez dedicó 35 años de su vida a enseñar conocimientos a niños en sus primeros años de formación escolar. Sumas y restas, el abecedario, la creación de dibujos y también cocinar fueron las herramientas de su repertorio, todo con la finalidad de inculcar hábitos de estudio y la importancia detrás de conceptos como la perseverancia y la responsabilidad. La tenencia de dichas herramientas son claves para la vida, más aún si ésta proviene de un ecosistema duro y a veces ingrato como lo es la vida rural en torno a una existencia de permanentes sacrificios. Detrás de lo práctico también está otro saber, el que se vincula con el desarrollo de los primeros rasgos de la personalidad y en cómo cada infante se relacionan consigo mismo y con los demás. La figura del maestro, del profesor, también es la de un padre que orienta, escucha y acompaña cuando es necesario. Educadores hay muchos durante la vida, pero es la figura del guía que siempre queda en el recuerdo, aún si en la juventud no somos conscientes de dicho apoyo.
En Ser y Tener el cineasta francés Nicolas Philibert (Nénette) sitúa su cámara en medio de un colegio rural. El espacio es pequeño, apenas una habitación para albergar a estudiantes de diversas edades. Es en este pequeño ecosistema en donde se juegan las primeras oportunidades en medio de una comunidad agrícola que debe enfrentar las inclemencias del invierno. Sin embargo, llegar a la sala de clases no es imposible, a la vez que es una exigencia grata. En este lugar prevalece la confianza porque quien recibe a los jóvenes e inquietos alumnos siempre estará dispuesto a darlo todo, ya sea con rigor e incondicional cariño.
Nicolas Philibert registra a cada uno de los niños de esta querida sala de clases. El punto de vista proviene desde sus alturas, miradas y resistencias. Son astutos, pero también están extraviados. Es aquí en donde el maestro Georges Lopez les enseña a no pelear, a superar sus diferencias y a ser personas íntegras y leales con el resto, siempre desde la humildad. Lopez habla con ellos desde su lenguaje e inquietudes, pero también los trata como adultos. Él sabe que todos provienen de familias que subsisten en el esfuerzo del día a día, sin descanso. Él también vivió en aquel mundo en su juventud. Por eso, tiene claro que su rol como profesor no es educar a partir de las diferencias, sino desde lo que significa inculcar principios y humanidad en una persona, en este caso en un niño o en un preadolescente. Ser y Tener es un documental que debería ser materia obligada en la enseñanza de nuevos maestros y en cómo se plantea el actual sistema educativo, uno que lamentablemente está enseñando desde la competitividad desbocada y sin honra.
Ser y Tener captura en imágenes momentos únicos que se sustentan en un sentido de solidaridad que es necesario, más aún en contexto difícil y aislado. El profesor Lopez lo sabe, pero también tiene claro que le queda poco tiempo para jubilar, es decir, para despedirse de sus queridos niños. La emocionalidad del filme de Philibert de ninguna manera es artificial, sino pura. Vemos en las imágenes al profesor corrigiendo trabajos hasta tarde, jugando con los niños, enseñándoles una y otra vez las mismas lecciones y, en definitiva, esforzándose por comprenderlos. Es un trabajo de tiempo completo y en ocasiones ingrato, pero finalmente se trata de una experiencia muy satisfactoria. Lopez lo recalca cuando analiza el trabajo del profesor, uno que es muy arduo y que siempre recibe más de lo que se entrega. Es la vocación que le proporciona sentido y foco a su vida. Por eso, cuando en los últimos minutos de Ser y Tener vemos al Monsieur Lopez despidiendo a sus alumnos, y en cierta forma a sus hijos adoptivos, sentimos el nudo en la garganta. Empatizamos con su pena, con el lamento del maestro que termina una etapa en el ámbito de la enseñanza, y también de su vida. Aquella mirada y silencio son desgarradores, y nos hace pensar en aquellos profesores que también nos enseñaron con infinita paciencia. Ser y Tener nos devuelve a nuestro pasado, a los recuerdos de quienes nos ayudaron a ser mejores personas.
Título original: Être et avoir (To be and To Have, Ser y Tener) / Director: Nicolas Philibert / Año: 2002.