Julian Sands continúa extraviado en el monte Baldy (montaña de San Antonio en Los Ángeles). Luego de varios días de búsqueda es casi imposible que lo puedan encontrar con vida. Su desaparición ha generado interés en todo el mundo, especialmente en la comunidad hollywodense. Debo decir que yo también estoy atónito por esta triste noticia, si bien el protagonista de A Room With a View (James Ivory, 1985) al parecer pasó a mejor vida haciendo lo que más le gustaba, el senderismo y la sensación de felicidad cuando lograba alcanzar la cumbre de una montaña.

Quiero pensar que Julian Sands, el eterno colaborador de los filmes de Mike Figgis, está vivo, pero aquella posibilidad parece remota y muy lejana. Es así que me animé a rescatar uno de sus filmes más conocidos como protagonista: Warlock, el brujo. Sands marcó presencia en filmes como Los Gritos del Silencio y también en el citado filme de James Ivory. Su formación se sustentó en el teatro y, tal como señaló en una entrevista, en la admiración y pasión hacia la película Ricardo III protagonizada por Laurence Olivier. El impacto de esta obra lo impulsó a convertirse en actor, sumando de esta forma una carrera bastante ecléctica, en filmes reputados, en otros de culto, en incursiones para la televisión y también en propuesta cinematográficas más cercanas al cine B.

Precisamente, uno de sus filmes más reconocidos es Warlock, el brujo del realizador Steve Miner (House). En esta obra Julian Sands interpreta al enigmático Warlock, un hechicero de las artes oscuras que consigue viajar 300 años hacia el futuro. Su misión será la de buscar las páginas de un antiguo libro cuyos pasajes contienen el verdadero nombre de Dios. Cuando éste es pronunciado al revés, Warlock podrá revertir la creación, toda la humanidad, para convertirse en un rey de las huestes del señor de las tinieblas. Los únicos capaces de detenerlo son Redferne (Richard E. Grant), otro viajero en el tiempo, y Kassandra (Lori Singer), una joven muy representativa de los años ochenta (recordemos que Lori Singer fue la coprotagonista de Footloose junto a Kevin Bacon).

En una entrevista para la edición especial en blu ray de Warlock, el brujo, Julian Sands compartía la pasión y genuino cariño hacia su personaje de Warlock, incluyendo referencias a la secuela Warlock: The Armageddon de Anthony Hickox. En sus comentarios, Sands era consciente del impacto del filme original y de su etiqueta de culto. Al escucharlo considero que tiene toda la razón. Esto porque Warlock, el brujo es un filme de bajo presupuesto, pero que escenifica una interesante historia, notables efectos especiales ópticos y el compromiso interpretativo de sus protagonistas. La dirección de Steve Miner contiene su sello, ya que mezcla escenas muy logradas a nivel de efectos especiales en donde integra momentos de terror, suspenso y también de humor, un estilo que estuvo muy presente en su filme House.

Recuerdo cuando era pequeño y veía los trailers de Warlock y sentía miedo, inquietud en relación a la frialdad y pragmatismo del rol de Sands. Después, desde la mirada de adulto, puedo decir que Warlock, el brujo es una propuesta audiovisual muy entretenida, sin mayores pretensiones salvo entretener, lo que recuerda aquella ingenuidad y pastiche narrativo de las películas de los años 80, algo visto enobras como The Monster Squad, Night of the Creeps, Highlander y Critters.

Se podría decir que Julian Sands nació para representar a Warlock, proporcionando al rol cierto aire shakespereano. En momentos es exagerado y convincente, y en otros absurdo, pero en cada una de sus escenas se puede apreciar el placer que le produjo este papel. A diferencia de otros intérpretes que a veces reniegan ciertos roles y películas, Sands siempre se mostró orgulloso de los filmes sobre el oscuro hechicero, agredeciendo el cariño de sus fans en todo momento. Lo anterior, sin duda, resalta su compromiso como intérprete profesional. Por este ejemplo, y también por su humildad, es que Julian Sands siempre ha sido un actor apreciado por los espectadores.

Warlock, el brujo tiene muchos méritos y quizá el principal es que es una película que no se toma tan en serio, dando como resultado una experiencia que ha mantenido su vigor en estas últimas décadas. Además, incluye uno de los scores más interesantes del legendario Jerry Goldsmith durante los años ochenta. ¡Me gusta Warlock, el brujo! Me trae recuerdos de infancia y seguramente le sucederá algo similar a quien lee estas líneas. En este momento pienso en Julian Sands y me da nostalgia porque también es o fue un actor al que nunca se la ha dado el reconocimiento que merecía. Tanto críticos como espectadores suelen alabar su participación en A Room with a View. Me sumo a aquellas alabanzas, pero no dejemos de lado el trabajo que realizó para los filmes sobre Warlock, siendo la primera entrega de 1989 un filme muy muy disfrutable. ¡Buen viaje, querido Julian Sand, donde sea que estés!

Título original: Warlock (Warlock, el brujo) / Director: Steve Miner / Intérpretes: Julian Sands, Richard E. Grant y Lori Singer / Año: 1989.