Soy un cinéfilo obsesionado por el cine de John Carpenter y cómo no serlo, en especial porque sus películas han estado ligadas a mi juventud y vida adulta. Dicté un taller sobre el director de Halloween y en las páginas de Espectador Errante hay varias referencias a sus filmes, incluyendo videos sobreEl Príncipe de las Tinieblas, They Live y Christine. No me canso de hablar de Carpenter, de coleccionar sus películas en diversos formatos y, sobre todo, de rastrear todos los scores que ha compuesto.
En esta oportunidad quiero hablarles de uno de sus filmes más dramáticos y románticos. Me refiero a Starman, obra de ciencia ficción de 1984 que entre sus productores contó con la participación de Michael Douglas. En los primeros años de la década de los 80, Carpenter nos entregó varios de sus clásicos, entre ellos, Escape de Nueva York, la monumental The Thing, y de la sexualidad presente en Christine. En aquello años el cineasta quería explorar otros registros hasta que le ofrecieron un presupuesto millonario para realizar Starman. Lo interesante es que dicho filme no suele ser un referente al hablar del cine de Carpenter, si bien como propuesta visual tiene muchos elementos del cine carpentereano.
Las primeras imágenes de Starman muestran a la sonda Voyager y cómo ésta surca el espacio profundo junto a una invitación para conocer el planeta Tierra. Música y saludos de los terrícolas son tomados por una raza alienígena que envía un explorador hasta nuestro sistema solar. Sin embargo, el tripulante es derribado por aviones de guerra hasta que llega a la casa de Jenny Hayden (Karen Allen), quien llora el reciente fallecimiento de su esposo en el rostro y carisma de Jeff Bridges. El misterioso alienígena consigue clonar al malogrado sujeto y junto a Jenny tendrán que viajar hacia Arizona para reencontrarse con su raza alienígena y así poder escapar de nuestra primitiva humanidad.
Starman destaca por las escenas entre Bridges y Allen, quien desde el rol de Jenny comienza a descubrir y a comprender al extraño hombre de las estrellas. A través de los ojos del alienígena vemos las peores bajezas del ser humano, nuestro egoísmo y precariedad emocional, a la vez que Carpenter nos muestra a un ejército e investigadores obsesionados por estudiar y diseccionar al ser de otra galaxia. En casi toda su filmografía, John Carpenter ha mostrado la dualidad controladora de diversos estamentos de nuestra sociedad y en Starman denuncia a un planeta Tierra que extiende una invitación a seres extraterrestres, para después maltratarlos. Starman es un filme que habla de la falta de empatía de nuestra sociedad, aspecto que logra revertirse mediante el amor que surge entre los protagonistas.
Gran parte de los filmes del director de En la Boca del Miedo hablan de la maldad entendida como una certeza que es permanente, tanto en la realidad como en los sueños. La maldad que ha retratado en sus obras habla de una fuerza ajena y misteriosa, la que suele coartar a los diversos personajes de sus filmes, cercándolos en pequeños espacios o ecosistemas. Starman habla del mal expresado en la esencia del hombre, si bien se presenta como uno de los filmes más esperanzadores de su director. Jenny se reencuentra a sí misma, se rearma como mujer comprendiendo que detrás del fallecimiento de su esposo todavía hay vida. A su vez, el alienígena en la piel de Jeff Bridges descubre que, a pesar de nuestra raza primitiva, el ser humano tiene un elemento por sobre otras que corresponde a su capacidad para dar lo mejor de sí mismo, siempre en los peores momentos. Es notable la forma en que Bridges aborda su personaje, en una permanente travesía de aprendizaje, explorando incluso el amor. Es importante tener presente que el intérprete obtuvo una nominación al Oscar como Mejor Actor a partir de todos los gestos, modismos e introspección en torno al ser de otro mundo que desarrolló.
Starman es uno de los filmes más románticos de John Carpenter. Por medio del score de Jack Nitzsche es imposible no enamorarse de Karen Allen. Yo me enamoré de ella y de su personaje de Jenny Hayden, en especial de aquellos momentos en que vemos su rostro iluminado por una gigantesca nave extraterrestre. Starman fue un moderado éxito en boleterías, lo que motivó la creación de una serie de televisión (1986-1987) de apenas una temporada que no corrió con mucha suerte, la que además estuvo protagonizada por Robert Hays (¿Y Dónde está el Piloto?). Recuerdo haber visto la serie que era bastante interesante, cuyos capítulos se pueden encontrar en Youtube. Volviendo al Starman de 1984, puedo decir que se trata de uno de los trabajos más entrañables de John Carpenter, una película que desborda por su sinceridad, calidez y por la notable química de sus protagonistas. Incluso, me atrevo a señalar que se trata de uno de los filmes más personales del maestro del horror, y también uno de mis favoritos de su querida filmografía.
Título original: Starman (Starman, El Hombre de las Estrellas) / Director: John Carpenter / Intérpretes: Jeff Bridges, Karen Allen, Charles Martin Smith y Richard Jaeckel / Año: 1984.