En las páginas de Espectador Errante he hablado en varias oportunidades sobre Alan Parker y nunca me cansaré de hacerlo. Siempre que veo o repaso una de sus películas descubro algo nuevo, en particular su capacidad para transitar con gracia entre diversos tipos de géneros. En la filmografía de Parker se puede apreciar un cierto clasicismo, pero también una búsqueda constante por querer innovar junto a una notable dirección de actores. Sus películas suelen inquietar a las audiencias. Por ejemplo, en Mississippi en Llamases permanente la sensación de que los protagonistas explotarán en medio de la intolerancia entre blancos y personas de color. El filme, con los trepidantes golpes del score de Trevor Jones, se siente implacable. En Expreso de Medianoche permanece la sensación de atosigamiento, de absoluta precariedad en medio de las bestiales costumbres de una cárcel en Turquía, y en The Commitments se percibe una impresión de éxito que en cualquier momento se podría desvanecer.
Ahora le tocó el turno a Corazón Satánico (Angel Heart), el único filme de terror de Parker, quien lleva a la pantalla una historia sobre la extrañeza, un filme noir (más bien un Neo-noir) en colores que transmite al espectador una absoluta sensación de extrañeza. Aquí el protagonista es el detective Harry Angel en el que podría ser la mejor interpretación en la carrera de Mickey Rourke (junto con El Luchador). El enigmático Louis Cyphre (Robert De Niro) le encarga a Angel la misión de rastrear a Johnny Favourite, un famoso cantante desaparecido desde hace varios años. Cyphre busca cobrar una deuda pendiente, haciendo que el desaliñado Angel indague en una historia que se entrelaza entre las calles de Harlem y de Luisiana.
Alan Parker dota al filme de un permanente halo de misterio, por medio de la utilización de luces y sombras en torno a escaleras, ascensores y ventiladores que expresan la sensación de una fuerza desconocida en constante acecho. Harry Angel comienza un viaje que lo contactará con la muerte, con horribles asesinatos y con la sensación de estar metiéndose en algo maldito que se vincula con la hechicería, el vudú y el paganismo. El frío invierno de Harlem contrasta con el calor implacable de Luisiana, lugares en donde Angel se encontrará con diversos personajes para armar un rompecabezas que tiene relación con su propia vida, y también con decisiones que involucran un ámbito menos terrenal y más fantástico.
Mickey Rourke representa al espectador que también yace extrañado por todo lo que sucede a su alrededor. Lo persiguen y acosan en diversos lugares que Parker filma con la intensión de mostrarnos algo más allá de la evidente realidad. Corazón Satánico es una película que busca inquietar más que asustar, incluso intuimos desde la primera escena quién es en realidad Louis Cyphre, si bien estamos dispuestos en acompañar al protagonista hacia la búsqueda de una verdad que parece imposible, absurda e implacable.
En varias partes del filme pareciera ser que asistimos a una película de terror que busca transmitir incomodidad, ya sea en silenciosos callejones, en el viento sobre un par de monjas afroamericanas o en ventiladores de metal que se mueven sin ningún sentido. Desde la estética de la fealdad se esconde el antagonista de Angel, a quien no vemos si bien lo presentimos. Angel también lo percibe, pero prefiere obviar lo que podría ser una aberrante verdad. Las escenas entre Rourke y De Niro son pocas, si bien en cada una de ellas se siente una cierta incomodidad, contrastando con dos estilos interpretativos totalmente distintos. Rourke en ocasiones parece ser un hombre condenado al matadero, en especial ante una posibilidad que es demasiado descabellada para sus propios estándares. El Neo-noir de Alan Parker es una vuelta de tuerca al género, y probablemente una de las obras más perturbadoras del cine de terror de los años ochenta. Un filme, sin duda, esencial para comprender la relevancia de este notable cineasta británico.
Título original: Angel Heart (Corazón Satánico) / Director: Alan Parker / Intérpretes: Mickey Rourke, Robert De Niro, Lisa Bonet y Charlotte Rampling / Año: 1987.