¿Qué tanto bailamos con el diablo o lo vemos bailar? La humanidad, a través de su historia, ha dado paso a los mejores ángeles de nuestra naturaleza. Sin embargo, en el alma humana también abunda la violencia y un principio destructor casi inherente a todos nosotros. Pareciera ser que nuestros actos a veces se condicionan con un susurro que se deja escuchar a veces, el que nos puede inducir a los peores actos. El mundo cinematográfico de Osgood Perkins se construye en estos elementos, mostrando a personajes oscuros que siempre suelen ser manipuladores y también fascinantes. En Gretel y Hansel realizó una adaptación libre del célebre cuento de hadas “Hansel y Gretel” de los hermanos Grimm, transformando la historia en un conjunto de elementos audiovisuales que buscaban en todo momento incomodar a los espectadores. El filme se sustentaba en el suspenso, pero también en un sentido de extrañeza que era permanente, el cual además incluía generosas dosis de escenas gore.
Los elementos audiovisuales de Gretel y Hansel también están presentes en Longlegs: coleccionista de Almas. Ahora con una mayor madurez como cineasta, Perkins potencia su imaginaría visual en la historia de Lee Harker (Maika Monroe), detective del FBI que busca atrapar a Longlegs (Nicolas Cage), el autor indirecto y siempre presente de una serie de cruentos crímenes. Estos se relacionan con contextos donde la violencia se desencadenó a nivel familiar desde la nada a lo largo de varias décadas. Los contextos del filme tienen algunos ecos que provienen de El Silencio de los Inocentes, así como de otros productos audiovisuales, principalmente de filmes como El Estrangulador de Boston y 10 Rillington Place, ambas del cineasta Richard Fleischer, donde sus protagonistas, basados en célebres asesinos seriales, producían cierta incomodidad en relación con sus excentricidades, silencios y, en especial, miradas.
Lo interesante de Longlegs es el haber tomado la decisión de mostrarlo poco, es decir, decantar a su villano por medio de retazos audiovisuales que finalmente van acrecentando la sensación de repulsión. Lo anterior, también fue parte de una brillante campaña de marketing muy al estilo de Tiburón en 1975. La idea de Perkins era mostrar poco para producir el mayor impacto posible en la sala de cine. Pero no toda la crudeza del filme recae en la extraña e incómoda caracterización de Nicolas Cage. Toda la película se sustenta en una serie de elementos que contribuyen a la conformación de un universo en donde la maldad está siempre presente en la trivialidad. Perkins recurre a planos que son bastante geométricos y fríos, los que recuerdan a cineastas como Stanley Kubrick en películas como El Resplandor. Incluso, tanto la detective Harker como otros personajes suelen estar en una proporción distinta a la usual en cada plano visual, obligando al espectador a fijar una mayor atención en los espacios físicos, en especial, techos y murallas. Los lugares más pedestres se presentan como espacios opresores y ahí es donde habita el demonio y su maldad. Estamos ante una presión permanente que condiciona indescriptibles e innombrables acciones.
Longlegs: coleccionista de Almas es un ejercicio audiovisual en el que casi no hay personas. Lo que sí vemos en pantalla son casas nevadas, campos, carreteras, pasillos, graneros y oficinas sin vida, es decir, espacios físicos aletargados por un sentido casi trágico. Son estos lugares en los que puede suceder cualquier cosa, a la vez que todos esconden secretos difíciles de descifrar y de comprender. La frialdad de la fotografía del filme se transforma no sólo en una extensión de Longlegs, sino también de la detective Harker, quien prevalece gracias a un talento sensorial que la conecta directamente con un pasado y presente familiar abrumador.
Con Longless, Nicolas Cage vuelve a demostrar que está en una buena etapa como actor, literalmente recuperándose de muchos filmes que desaprovechaban su histrionismo. Existía el riesgo de caer en una parodia exagerada con Longlegs, por la naturaleza de su personaje, si bien no fue así. Al contrario, el actor logró crear uno de los antagonistas más repelentes del cine de horror. No posee la intelectualidad de un Hannibal Lecter, pero a nivel formas nos acerca de manera más eficiente a la locura, a la que Perkins suma elementos correspondientes al satanismo.
Osgood Perkins comenzó su carrera como actor, siempre a la sombra de Anthony Perkins, su padre y protagonista del clásico Psicosis de Alfred Hitchcock. No obstante, con sus filmes The Blackcoat´s Daughter, Gretel y Hansel y, sobre todo, Longlegs, se presenta como un autor con ideas propias y poco convencionales. Es una de las nuevas voces del cine de terror y suspenso, cuyas imágenes de presencias oscuras están conformando una filmografía adictiva y bastante perturbadora.
Título original: Longlegs / Director: Osgood Perkins / Intérpretes: Maika Monroe, Blair Underwood, Alicia Witt, Michelle Choi-Lee, Dakota Daulby y Nicolas Cage / Año: 2024.